El tabaco se ha convertido en una de las
adicciones más generalizadas y fuertes que experimentan muchas personas
en todo el mundo. Así, ni incluso sabiendo los graves problemas de salud
que trae aparejado los fumadores dejan de lado los cigarrillos. Sólo
una parte de estos toma la decisión de quitarse este hábito nocivo
cuando van a ser padres.
Sin embargo, lamentablemente hay mujeres y hombres
que, a pesar de que viene un bebé en camino o de que este ya se
encuentra en casa, siguen estando atados al tabaco. Una situación esta
que, por tanto, provoca que sus hijos se conviertan en lo que se da en
llamar fumadores pasivos. ¿qué significa esto? Que los niños
tengan que soportar y hacerle frente, por irresponsabilidad paterna, a
una serie de graves consecuencias:
Riesgos durante el embarazo
Las gestantes que fumen
deben saber que están poniendo en serio peligro tanto su vida como la
de sus bebés. Y es que, en concreto, respecto a estos están haciendo que
aumenten las posibilidades de sufrir un aborto, de que se produzca un parto prematuro e incluso de que los niños nazcan con distintas malformaciones.
Todo eso sin pasar por alto otras posibles consecuencias de importante gravedad como las siguientes:
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Nacimiento de bebés con bajo peso.
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Retraso en lo que es el crecimiento fetal.
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Algunos estudios han demostrado que los fetos pueden llegar a sufrir cuadros de estrés por culpa del tabaco.
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Se aumentan los riesgos de que tras el nacimiento se produzca la muerte súbita del lactante.
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Hay mayores probabilidades de que se trate de niños obesos.
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Se facilita que los pequeños presenten problemas de comportamiento y también de aprendizaje.
Riesgos cuando crecen en un hogar con fumadores
Si importantes son los peligros que acechan a los
fetos cuando están en el vientre de unas madres fumadoras, son aún mucho
mayores los que hacen poner en riesgo la salud de los niños cuando crecen en un hogar con fumadores.
Diversos estudios se han llevado a cabo al respecto y
uno de los mismos, el realizado por el Departamento de Medicina de la
Universidad de Minessota (Estados Unidos), ha alejado todo tipo de dudas
sobre cómo el bienestar de los pequeños se pone sobre la cuerda floja
de esta manera. En concreto, esta investigación, realizada a través de
un estudio de orina de niños que son fumadores pasivos, deja patente los
importantes niveles de elementos tóxicos que existe en esas muestras.
Es más, ha expuesto que esas sustancias traen consigo
que no sólo se incremente la posibilidad de que esos menores cuando
sean adultos sufran un cáncer sino que además en cualquier momento
pueden padecer estas consecuencias:
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Alergias de diversa índole.
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Asma.
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Afecciones de oído o de carácter respiratorio.
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Neumonía.
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Bronquitis.
¿Por qué todos esos peligros? Básicamente porque los
niños están desarrollando sus vías respiratorias y las células se ven en
ese momento mucho más afectadas por el humo del tabaco, ya que a este
le resulta mucho más fácil penetrar en las mismas, entre otras cosas,
porque ese no se filtra y llega directamente a los pulmones de los
menores.
Es más, el Centro Respiratorio de Arizona (Estados
Unidos) ha venido a dejar patente que los padres fumadores deben ser
conscientes de que el humo de los cigarrillos que fuman y que
directamente alcanza a sus hijos está compuesto por casi 300 químicos
muy peligrosos. En concreto, del grupo general de 4.000 que posee, 63
causan cáncer y unos 200 son realmente venenosos.
Consejos para padres fumadores
Si a pesar de conocer todas las consecuencias
negativas que el humo de los cigarrillos provoca en tu hijo, no puedes
dejar de fumar, no sólo debes ponerte en manos de expertos que puedan
ayudarte sino que debes seguir una serie de consejos en pro de la salud
de tu pequeño:
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Nunca fumes dentro de casa, porque eso perjudicará gravemente la salud de tu niño. Lo que debes hacer es encenderte tus cigarrillos al aire libre, ya sea en el patio, en la calle o en el balcón. Por supuesto esta es una norma que debes hacer cumplir a todos los fumadores que acudan a tu vivienda.
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Jamás disfrutes del tabaco dentro del coche familiar y, sobre todo, cuando está el menor dentro del mismo.
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Bajo ningún concepto dejes ceniceros sucios dentro de casa o al alcance del pequeño.
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Si te vas a acercar a tu hijo después de haber estado fumando, lávate las manos y la boca previamente y cámbiate de ropa. Esto es especialmente importante si el niño tiene algún problema de asma o alergia, ya que ese olor que desprendes le puede resultar realmente molesto e incluso puede traer consigo ciertas reacciones que perjudiquen su estado de salud.OK DIARIO, Lunes 26 de octubre de 2015
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