ABC FAMILIA
Miles de padres se están planteando muchas dudas sobre la alimentación de
sus hijos al conocer la advertencia de la Organización Mundial
de la Salud
(OMS) sobre la carne procesada (como salchichas,
hamburguesas o embutidos) que aumenta el riesgo de sufrir cáncer colo-rectal.
El dictamen de este panel de expertos internacional considera que este tipo de
alimentos es «carcinógeno para los humanos» y que la carne roja (vacuno, cerdo,
caballo, cordero, cabra…) es «probablemente carcinógena».
La alarma social generada por estas afirmaciones de la OMS ha dado lugar a que la
Sociedad Española de Pediatría
Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) emita en una nota de prensa
una serie de recomendaciones sobre la alimentación de los más pequeños de la
casa. En ella afirma que «la ingesta de carne sigue siendo necesaria
para el desarrollo del niño. Por sus características nutricionales la
carne forma parte de un grupo de alimentos en el que se intercambia y
complementa con los huevos y el pescado. Los alimentos de este grupo deben de
consumirse dos veces al día dentro de una dieta variada. Por tanto,
la carne debería de consumirse entre 5 o 8 veces a la semana».
«La carne es necesaria dentro de una dieta equilibrada. Sus aportes son
difícilmente sustituibles», sostiene el doctor Venancio Martínez,
pediatra del Centro de Salud de El Llano en Gijón y presidente de la Sepeap. En su opinión, «las
carnes procesadas deben tomarse un par de veces a la semana y las rojas deben
tomarse también. A los niños hay que educarlos desde los primeros
meses en los buenos hábitos de alimentación, de los que tiene que formar parte
una dieta equilibrada y variada. Las carnes son parte importante en ese
planteamiento. Y los padres deben conocer sus características para favorecer en
sus hijos una alimentación saludable».
Los pediatras explican las bondades de las carnes:
—La carne rojas ofrece la posibilidad de una gran variedad de presentaciones
y sabores, algo muy importante a la hora de iniciar al niño en una dieta
saludable.
—Desde el punto de vista nutricional la carne aporta al niño sobre
todo proteínas de gran calidad, por lo que se considera un alimento
fundamentalmente plástico, aunque contiene una gran proporción de grasa,
fundamentalmente saturada, y también concentraciones importantes de hierro,
zinc, fósforo, yodo y vitaminas del complejo B. Todas estas sustancias son
imprescindibles para el crecimiento y el desarrollo del niño.
—El doctor Venancio Martínez aconseja que hay que introducir en la
alimentación del niño a partir del sexto mes, en pequeñas
cantidades, que se van aumentando paulatinamente. A la hora de confeccionar las
dietas infantiles se considera que una ración de carne puede variar
entre los 50 y 100 gramos,
según que se prepare para un preescolar o para un adolescente.
—Ternera, pollo, conejo, pavo o cerdo son igual de buenas consumidas
de forma adecuada.
—Las vísceras, los embutidos y los preparados industriales a base de
carne no pueden sustituir a las carnes en filete o en pieza más que
ocasionalmente, ya que contienen una proporción mayor de grasas y pueden
incorporar aditivos y otras sustancias. Por tanto, su valor nutricional es
menor.
—La carne de ternera es menos grasa que la de cordero y el cerdo,
y por eso, se le denomina carne magra, junto con la de pollo y el conejo.
Tienen menos del 10% de materia grasa, frente a las carnes grasas que pueden
llegar al 30%. También dependiendo de la parte del animal y del corte existen
diferencias de contenido graso.
—Cuanto más tiempo sea cocinada una carne más perderá
sus propiedades nutritivas, sobre todo por destrucción de las vitaminas.
—Los niños que tengan sobrepeso o problemas con el colesterol
deben limitar el consumo de carne frita y consumir carne magra. Para ellos la plancha
o el horno son los mejores aliados. La carne debe acompañarse de alimentos
energéticos, legumbres, verduras o cereales, como guarnición o como plato
complementario.
—A los niños hay que educarlos desde los primeros meses
en los buenos hábitos de alimentación, de los que tiene que formar parte una
dieta equilibrada y variada. Las carnes son parte importante en ese
planteamiento. Y los padres deben conocer sus características para favorecer en
sus hijos una alimentación saludable.
ABC, Viernes 30 de octubre de 2015
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