PILAR ÁLVAREZ / MADRID
La Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos
(Ceapa), que representa a 12.000 asociaciones de familias de los
centros públicos, quiere que los alumnos no tengan deberes fuera de su
jornada escolar. Los padres piden un debate “profundo” sobre esta
actividad y sobre el calendario de clases de los estudiantes. Los
representantes de las familias con hijos en la escuela concertada
católica (Concapa, con 2.500 asociaciones) reclama también que se abra
ese debate aunque, en su caso, no rechazan que se manden tareas
obligatorias para casa.
“Hemos recibido cientos de quejas de familias
que nos muestran su desacuerdo de cómo la jornada escolar se está
trasladando a los domicilios”, ha explicado Jesús Salido, presidente de
Ceapa, en la rueda de prensa de valoración del inicio de curso, que han
calificado como “caótico” por la ampliación de la implantación “a la
carrera” de la reforma educativa. La LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) se extiende este septiembre a todos los cursos de primaria, los impares de secundaria y 1º de bachillerato.
La confederación de familias considera que los
deberes “generan una presión institucional hacia al alumnado”. “Si no
los hacen pueden llegar a bajar nota”, señala Salido. “Los chicos hacen seis y siete horas de clase diarias más otras dos o tres horas de deberes,
no tienen los fines de semana libres ni tampoco las vacaciones”, añade
José Luis Pazos, tesorero de Ceapa. Según sus estimaciones, las jornadas
que soportan los estudiantes pueden llegar a “60 horas semanales”.
“¿Algún adulto lo admitiría? ¿Sus docentes aguantan 60 horas de
trabajo?”, se ha preguntado el portavoz, que pide que los deberes sean
siempre actividades “voluntarias” para los chicos.
6,5 horas semanales, según la OCDE
España está entre los países en los que los
alumnos de 15 años destinan más horas a las tareas en casa, según la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Este
organismo, responsable del informe PISA, comparó el tiempo de los
alumnos en 2012. En España dedican 6,5 horas semanales frente a 4,8 de
media entre los países industrializados.
Lo deberes escolares, según los padres de la
pública, pueden generar “desigualdad” entre aquellos alumnos cuyas
familias puedan pagar academias de refuerzo por la tarde y las que no.
La OCDE también considera que puede abrirse una brecha
entre alumnos con más o menos recursos aunque defiende razones "muy
sólidas" para asignar tareas después de clase como "ayudar a los
estudiantes con dificultades", asegurar que lo retienen en su memoria a
largo plazo o dar un estímulo adicional para los estudiantes de altas
capacidades.
Los padres de la pública reclaman también que se
cumpla “íntegro” el periodo de clases, con una media de 175 días
anuales pero con variaciones por comunidades autónomas y que los
descansos no estén supeditados “a fechas religiosas”. Proponen adelantar
a julio los exámenes de septiembre y que se impartan clases de apoyo
durante el mes de junio, entre los días en los que acaban las clases y
los que son los exámenes finales. “Necesitamos un debate profundo sobre
los tiempos escolares, el calendario y los tiempos de exámenes”, pide
Pazos.
"Entendemos que los deberes consolidan los conocimientos que se
obtienen en el colegio, pero no pueden ser desproporcionados con la
edad", solicita por su parte José Antonio Rodríguez, director de
programas de Concapa. "Un alumno de 1º de primaria no puede asumir dos
horas de deberes diarios", ejemplifica. La confederación de padres de
centros católicos reclama "coordinación" entre los profesores de un
centro para evitar "una carga excesiva para los estudiantes". "El tema
de los deberes es cíclico, todos querríamos que este debate estuviera
consensuado", añade Rodríguez. En España no existe normativa al
respecto.
Reutilización de libros
Como el Defensor del Pueblo o el Consejo Escolar
del Estado, la Ceapa reclama por otra parte la gratuidad de los libros
de texto para las familias. Defienden los sistemas de préstamos y la
reutilización de los manuales, como ocurre en el caso de Navarra.
Las ayudas que reciben las familias por los libros de texto
varían también de forma sustancial entre regiones. Solo Andalucía
ofrece manuales gratuitos. Comunidades como Navarra o País Vasco tienen
sistemas de préstamo universal para todos los estudiantes. “El negocio
de los libros de texto está basado en mantener una herramienta obsoleta
para nuestros hijos y sobrevivir a costa de vaciarnos el bolsillo a las
familias y a las administraciones cada septiembre”, según Pazos.
Comedores o comederos
Respecto a los comedores escolares, la Ceapa
reclama más financiación de las comunidades autónomas. “La situación
económica de muchas familias les impide pagar”. Los precios varían
sensiblemente entre autonomías, con 6,5 euros por menú en Baleares
frente a 3 euros en Asturias, lo que supone diferencias de hasta 500 anuales,
que abran todos también los meses de junio y septiembre y que la
gestión de la comida vuelva a los centros en lugar de ser externalizada.
Aseguras que distintas asociaciones de familias están creando
“plataformas para controlar la calidad de los menús”. “Los comedores se
están convirtiendo en comederos”, ha dicho Salido.
EL PAÍS, 23/09/2015
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