I.GARCÍA
A diario se recomienda realizar unas cinco comidas al día.
A la que menos importancia se le concede de todas suele ser la
merienda. Y es que la mayoría de personas tienen una vida muy ajetreada,
en donde apenas disponen de tiempo para sentarse a comer en algunas
ocasiones y tengan que conformarse con alimentos procesados o envasados.
Las prisas nos llevan a saltarnos algunas comidas o comer lo primero
que se encuentre, sobre todo con el desayuno y la merienda. Hoy te
proporcionamos 6 consejos para mejorar las meriendas de los niños.
En
muchas ocasiones se la damos a la salida del colegio o cuando finaliza
alguna actividad extraescolar. El recurso más fácil pasa por darle unas
galletas, bollería o un bocadillo.
1-Incrementar la cantidad de fruta
que consumen nuestros hijos: se la podemos ofrecer en la merienda en
trozos enteros o en gajos, para que le resulte más cómodo. Una macedonia
de frutas o una brocheta con varios trozos de fruta será una opción
estupenda.
2.-Siempre que se pueda hay que evitar los zumos envasados.
Tienen un alto contenido en azúcares, y aunque nos resulte muy cómodo
para llevar al parque o al colegio tampoco los nutricionistas lo
aconsejan. Siempre será mejor que le prepares un zumo de naranja al
llegar a casa o le lleves un batido de frutas en una botella.
3-Evitar las galletas y la bollería industrial:
tampoco son productos saludables, sobre todo porque cuentan con una
elevada cantidad de azúcares y grasas. Te encontrarás calorías vacías
que en realidad no aportan nada positivo al organismo.
4-De vez en cuando, sin llegar a convertirlo en un hábito, se pueden preparar bizcochos caseros empleando ingredientes saludables,
sin azúcares refinados. Entre las opciones más aconsejadas se
encuentran el bizcocho de zanahoria o el pan de plátano, en donde se
utilizarán estos ingredientes como base y se le sumarán harina de avena,
huevos, trigo integral, aceite y especies como la canela. Para
endulzarlo, la mejor opción son la compota de manzana sin azúcar o una
cantidad muy pequeña de miel.
5-Los frutos secos también resultan interesantes.
Durante un tiempo los adultos consideraban que los frutos secos eran
una opción a descartar porque engordaban. Sin embargo, su consumo
moderado les convierte en una propuesta muy interesante. Aportan vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales.
Hay que evitar los que vengan con sal y fritos, que cuenta con más
calorías. La cantidad adecuada es lo que entre en un puño cerrado.
Encantará a los más pequeños si les ofreces los frutos secos troceados
dentro de un yogur o con algo de fruta.
6-No pueden faltar los clásicos bocadillos.
Busca soluciones para no darle siempre el mismo tipo de relleno en su
interior. Una estupenda opción sería el pan de cereales integrales con
huevo y atún, jamón serrano y tomate natural, o el de huevo cocido con
aguacate.
Se
trata de que los niños disfruten también comiendo cosas nuevas. Seguro
que de esta forma se va eliminando poco a poco el dulce en la dieta.
OK DIARIO, 2/01/2016
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