GALIANA LEGORBURU
Conciliar el trabajo con la vida familiar puede
ser muy complicado cuando los horarios no están preparados para ello.
Con la aparición de las empresas y negocios 'online', cada vez hay más
demanda de empleos en horarios fuera de los límites convencionales, es
decir, entre las 10 de la noche y las seis de la mañana. Una situación
que deja entre las cuerdas a los padres que se ven obligados a pasar la
noche lejos de sus hijos.
Sin embargo, y a pesar de que las guarderías 24 horas
serían la opción perfecta para ese tipo de situaciones, en España las
familias se muestran reticentes a probar estos centros, y recurrir a un
cuidador, un amigo o un pariente cercano, suele ser la solución más
utilizada. Sobre esto, Yaiza Villalba, fundadora del Centro Infantil
Kukilandia, de servicio ininterrumpido, explica que el principal
inconveniente suele ser el precio, que tiende a ser más elevado que
contratar a un canguro nocturno por horas. Aunque, como advierte
Villalba, no son los motivos económicos, sino la seguridad de pensar que
el niño duerme en su cama, la que, al final, lleva a los padres a
contratar a un cuidador.
"Son los padres, y no los niños, los que
tardan en aceptar la situación. De hecho, los pequeños llegan al centro
demasiado cansados de todo el día como para pensar en ello, y lo acaban
viendo como un juego más", asegura Villalba. En este sentido, la
directora del centro advierte que la tendencia sobreprotectora de los
padres puede ocultar los beneficios que podrían obtener de este tipo de
centros: "En realidad, es mucho más seguro para un niño estar rodeado de
otros niños de su edad, vigilados por profesionales, que dejarlo solo, a
expensas de un desconocido", añade. Por eso, Villalba defiende que la
flexibilidad de horarios que ofrece una guardería 24 horas permite que
los padres se organicen sin sentirse limitados por un horario concreto
de entrada o salida, que les suponga, incluso, un problema en el
trabajo.
Sin embargo, este servicio, que sí ha logrado su
desarrollo en Estados Unidos y América Latina, todavía no se ha
extendido en España, donde aún hay muy pocos centros que se dediquen a
ello. Aunque eso sí, independientemente de la estrategia tomada por la
familia, los expertos coinciden en la importancia de recuperar el tiempo
perdido con los niños y compensar esa carencia afectiva. De esta forma,
se podrían evitar futuros problemas de conducta, ya que hay estudios
que demuestran que tras pasar gran parte de su tiempo en un guardería, y
sin tener una adecuada atención de los padres, el niño podría
desarrollar problemas de inseguridad y desórdenes de comportamiento.
EL MUNDO, Miércoles 27 de enero de 2016
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