OK DIARIO
Aunque se habla mucho de la dislexia, aún son
muchos los niños que no tienen detectada la misma y que presentan una
serie notable de dificultades en su aprendizaje, creyendo que sus malos
resultados son únicamente fruto de la dejadez o la falta de estudio. Por
ese motivo, es importante que los padres puedan detectar a tiempo que
sus hijos sufren ese trastorno del aprendizaje de la lectoescritura,
ya que es la manera de que se les pueda ayudar convenientemente, lo que
supondrá que sus notas mejoren de manera palpable y que aumente también
su autoestima. Y es que no hay que olvidar que existen pequeños con esa
dificultad que no la tienen diagnosticada y que, por tanto, se sienten
mal e incapaces de afrontar sus estudios como el resto de compañeros.
¿Cómo se puede sospechar que un niño presenta esta
problemática? Teniendo en cuenta algunas de las principales señas que la
indican, entre las que se hallan las siguientes:
1-Dificultades en la memorización
Los pedagogos y psicopedagogos coinciden en subrayar
que uno de los indicativos más frecuentes que vienen a dejar constancia
de que un niño sufre dislexia es que presenta notables dificultades para
llevar a cabo ejercicios de memorización. Con esto no nos referimos a
“almacenar en su mente” grandes textos o temas sino que su carencia en
ese sentido se muestra con elementos tan sencillos y usados a diario
como los números, los días de la semana, los meses o incluso el
abecedario.
2-Inversión de palabras y números
De la misma manera, los padres deben estar atentos a
si sus hijos a la hora de hablar, de hacer problemas o de escribir
invierten los números, las letras o directamente las palabras.
3-Compresión lectora mínima
Asimismo uno de los signos más habituales que dejan
patente que un menor tiene el citado trastorno del aprendizaje de la
lectoescritura es que cuando lee un texto y se le pregunta después
acerca del mismo no lo ha entendido del todo. Es decir, que la
comprensión que ha logrado obtener es mínima, se queda en aspectos muy
básicos y no ha logrado dar por completo con el sentido de todo el
documento.
4-Problemas con las relaciones
También se considera que otra señal inequívoca de que
un pequeño necesita ayuda porque sufre dislexia es que tiene serias
dificultades a la hora de poder acometer relaciones entre sonidos y
letras o incluso para darle un sentido a palabras que ya ha podido
aprender.
Otras señales que hay que tener en cuenta
Aunque los mencionados hasta ahora son los
principales indicativos que dejan constancia de que un niño sufre
dislexia, no hay que pasar por alto que también existen otros que
también alertan de que hay un problema y de que rápidamente hay que
ponerse en manos de expertos. En concreto, nos estamos refiriendo a los
siguientes:
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De manera habitual confunde la izquierda con la derecha y también le ocurre al hablar de arriba y abajo.
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Muchos pequeños con dislexia también tienen la particularidad de que su coordinación es no del todo buena. Eso les lleva a contar con serias dificultades para poder jugar en deportes de equipo y concretamente en los que es necesario tocar y “manipular” un balón.
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Otra de las dificultades que suelen presentar los menores con este trastorno es la de contar correctamente el dinero. Tienen que hacerlo varias veces para conocer la cantidad que poseen delante e incluso pueden llegar a tener que recurrir a contar con los dedos para averiguar los euros que se les han dado.
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Asimismo es frecuente que los niños con la problemática que nos ocupa tartamudeen cuando se encuentran presionados o estresados, que no sean capaces en muchas ocasiones de finalizar una frase e incluso que tengan problemas para acabar palabras que son largas.
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De la misma manera, no hay que pasar por alto que es frecuente que los pequeños disléxicos tengan serias dificultades para concentrarse y para poner atención. De ahí que sean muy impulsivos o que constantemente tengan que estar realizando algún tipo de actividad, no paran quietos.
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Precisamente por todo el conjunto de situaciones que viven y que sienten así como de dificultades que tienen para aprender, es muy normal que los menores con este trastorno presenten cuadros de estrés, hayan perdido todo tipo de interés en las clases, cuenten con una baja autoestima e incluso lleguen a padecer depresión infantil.
Los padres que, después de darse cuenta de que sus
hijos presentan varias de las señales que hemos expuesto, saldrán de
dudas pensando en si esos tardaron más de lo habitual en gatear o en
caminar. Y es que los profesionales médicos coinciden en subrayar que,
por regla general, los niños con dislexia acometen esas sencillas
acciones tiempo después que los pequeños de su misma edad.
OK DIARIO, 13/01/2016
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