LORENA GAMARRA
Cada vez las dietas vegetarianas e incluso las veganas están cogiendo
más peso en la sociedad, ya sea por el compromiso con los animales o
por seguir una moda, pero la falta de información o una mala
planificación puede causar deficiencias en el organismo, que se agravan
en el caso de los niños. Varios casos de menores ingresados en Italia por supuestamente llevar a cabo una alimentación vegana ha abierto el debate sobre este tipo de dietas en menores
y ha provocado incluso que una diputada del país, Elvira Savino,
presentara un proyecto de ley para castigar a los padres que siguieran
esta dieta con sus hijos.
Mientras que el vegetarianismo, o la
dieta ovolactovegetariana, permite consumir derivados de los animales
como lácteos y huevos, el veganismo, la variante más extrema, rechaza el
consumo de cualquier alimento de origen animal. "La dieta ovolacteovegetariana no tiene ningún tipo de problemas a ninguna edad, ni en niños.
Los problemas son con la dieta vegana", explica el coordinador de
Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (Aeped), José Manuel
Moreno, que matiza que el problema no es tanto por la dieta sino por un
mal control de ella: "No es que la dieta vegana sea mala, hay dietas no
veganas que son peores por la planificación".
Según el pediatra, llevar a cabo este tipo de alimentación requiere una mayor vigilancia de algunos nutrientes, en especial la vitamina B12, porque está fundamentalmente en productos de origen animal, y cuando no se consumen estos productos hay que buscarlos en otros, "pero es más complejo y se necesita complementar".
Retraso motor e intelectual
La
vitamina B12 está presente en muchas funciones del organismo, pero
sobre todo en el desarrollo del sistema nervioso central y en algunas
células de la sangre. "La falta vitamina B12 produce anemia en
los adultos, pero produce retraso en el desarrollo del sistema nervioso
en los niños en crecimiento", argumenta el doctor, que advierte
que la gravedad de esta deficiencia durante el embarazo y durante los
primeros años de vida puede llevar incluso a "situaciones de retraso
mental: de retraso motor e intelectual".
Para evitar estas situaciones, el pediatra aconseja a las mujeres embarazadas que lleven una dieta vegana tomar suplementos de vitamina B12
y medir los niveles con cierta frecuencia para mayor seguridad, ya que
"es el periodo de mayor riesgo de lesión para el niño", apunta el
doctor, que añade que "hasta el primer año de vida, un bebé recibe leche
de su madre, y la mamá también es un mamífero, por lo que no hace una
dieta vegetariana".
Aunque la decisión final siempre es de los progenitores, el doctor Moreno recomienda no llevar a la práctica una dieta vegana en niños menores de dos años:
"Hay que buscar la seguridad del niño y a partir de los dos años hay
muchos menos riesgos. Si a partir de los dos años llevas una dieta
cuidadosa no tiene por qué poner en peligro a su hijo". La dieta debería
incluir una alimentación rica en vitamina B12, hierro, yodo y calcio,
teniendo en cuenta que los alimentos suplementados para adultos pueden
no ser adecuados para niños.
Por otro lado, la doctora Miriam Martínez Biarge ofrece en su web mipediatravegetariano.com información a padres que quieran llevar a cabo una alimentación vegana o vegetariana con sus hijos sin poner en riesgo su salud.
EL MUNDO, Viernes 2 de septiembre de 2016
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