PILAR ÁLVAREZ
Las familias de la escuela pública española acaban de plantear una huelga de deberes al estilo de la que convocó Francia
en 2012. Quieren que profesores y alumnos se alíen con ellos para que,
durante el próximo mes de noviembre, los chavales no lleven tareas para
casa ningún fin de semana. y, en caso de que se las manden, asesorarán a
los padres para que sus hijos no cumplan con estos trabajos.
Según estimaciones de la CEAPA (la confederación principal de
familias de la escuela pública), los chicos españoles dedican aún más
tiempo del que señalan informes internacionales. Si la OCDE estimaba en
2012 que eran 6,5 horas semanales (por encima de las 4,8 horas de media
en el resto de países), la agrupación de familias lo eleva a más de dos
horas diarias en gran parte de los casos.
La mitad de los padres creen que estas tareas afectan de forma
negativa a su vida familiar. Dos de cada cinco familias de los centros
públicos creen que sus hijos dedican a los deberes escolares más tiempo
que el deseado y una de cada tres los ven "excesivos". La CEAPA ha
anunciado este jueves que va a pedir a todos sus asociados que no dejen
que sus hijos los hagan durante los fines de semana de noviembre como
arranque de una nueva campaña para conseguir su erradicación.
"Lo escolar tiene que quedar resuelto en la escuela", pide José Luis
Pazos, presidente de la CEAPA, que anuncia que trabajarán "con los
profesores y con las Administraciones" en esta campaña. Las familias
recibirán documentación para que su petición "tenga fundamento legal".
En esos documentos, según Pazos, se explicará que el alumno lleva los
deberes sin realizar “por decisión familiar”, con un justificante
similar a los que entregan cuando hay una huelga educativa.
Una de cada cinco familias señala que sus hijos tienen dos horas y
media diarias de tareas fuera de clase. "Su percepción es que cada vez
hay más deberes y además se adelantan, nos encontramos ya con niños de
infantil que llevan tareas a casa", explica Pazos.
Los alumnos señalan en el 29,4% de los casos que hacen más de dos
horas al día, según el avance de un estudio sobre derechos de la
infancia que ha elaborado CEAPA con el Ministerio de Sanidad, del que
han presentado los primeros datos este jueves. Uno de cada tres chavales
asegura que querría pasar más tiempo con sus padres, según ese informe.
La mitad están menos de dos horas diarias con ellos.
La CEAPA ha presentado una nueva campaña contra los deberes, tras dejar sin efecto la que anunciaron en verano. El lema es En la escuela falta una asignatura: Mi tiempo libre y han lanzado una web.
"El salto cualitativo es que ya no buscamos tanto sensibilizar sino ir
consiguiendo que los deberes desaparezcan finalmente de la vida de
nuestros hijos", ha explicado Pazos.
"Es una buena medida. Los fines de semana es lo mínimo que se debería
respetar", considera Eva Bailén, la madre que en 2015 inició una campaña de recogida de firmas para la racionalización de estas tareas que ya ha recabado más de 215.000 apoyos.
"Es importante para que las familias vayan perdiendo el miedo y una
buena manera de generar concienciación", añade. Bailén comenzó su propia
campaña por la carga de deberes de su hijo mediano, al que acaba de
cambiar de centro de uno público a otro privado. A sus dos hijas, de 13 y
9 años y que siguen en el sistema público, no les suelen mandar
demasiado trabajo para casa. "En cualquier caso, yo lo respaldaría",
añade esta madre.
Un 44% de padres, poco preocupados por el acoso escolar
Casi la mitad de los padres y madres de los centros públicos tienen
"baja preocupación" por el acoso escolar en los centros educativos,
según el avance de otro trabajo de CEAPA. Uno de cada cuatro considera
que "siempre ha pasado" y uno de cada cinco cree que solucionarlo "solo
forma parte de hacerse mayor".
La confederación, formada por 12.000 asociaciones, ha elaborado
también cuestionarios para analizar el fenómeno del acoso escolar.
Recibieron 3.253 con respuestas válidas en el primer semestre del año
que han presentado al Ministerio de Sanidad, que también subvenciona
este informe, del que han presentado los datos de avance. Solo dos de
cada tres chavales acosados piden ayuda, según sus datos. Uno de cada
tres acosadores también reclama apoyo para dejar de serlo.
EL PAÍS, Jueves 22 de septiembre de 2016
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