SAPOS Y PRINCESAS
Nuevo curso y con él, vuelve el debate: ¿deberes sí o deberes no? Mientras padres y educadores enfrentan opiniones, desde Padres y Colegios nos ayudan a mejorar la calidad de los mismos
para que las horas que dediquen nuestros hijos a realizar tareas
escolares sean saludables y con el tiempo lo más optimizado posible.
Según
un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oviedo,
una hora al día de deberes es suficiente para que los alumnos refuercen
los conocimientos adquiridos en clase y puedan obtener mejores notas.
Sus investigadores han comprobado que el momento más eficiente es entre los 60 y los 70 minutos y que es entre los 90 y 100 minutos de realizar las tareas escolares cuando el rendimiento de los alumnos comienza a bajar.
Desde
la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos
(CEAPA) manifiestan su disconformidad con los deberes tal y como están
concebidos "porque se han convertido en una prolongación de la jornada escolar".
Sonia García, secretaria de comunicación del sindicato de profesores
(ANPE), indica que "los deberes deben ser proporcionados a la edad y el
nivel educativo, ya que una carga excesiva lleva a la frustración y desmotivación del alumno".
La
realidad es que los niños pasan muchas horas diarias sentados en el
colegio, haciendo deberes en casa y frente al ordenador o la tableta;
algo a largo plazo perjudicial para su espalda si lo hacen adoptando malas posturas, o para su vista, si se fuerza demasiado.
Según un estudio realizado por el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), el 30,1% de los niños de Educación Primaria que intervinieron sufría dolor de espalda. El
porcentaje se elevaba al 75% en estudiantes de 12 a 15 años. En cuanto a
la vista, el Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunitat
Valenciana asegura que el uso de tabletas y ordenadores a diario es
nocivo para los ojos y, de seguir así, en el año 2020, el 33% de los
estudiantes serán miopes.
¿Qué podemos hacer los padres para mejorar estas inquietantes estadísticas? Para empezar, proporcionar a nuestros hijos una habitación de estudio apropiada, con
una mesa estable y lo bastante amplia como para que puedan tener a mano
todo lo que necesiten. Su silla tiene que ser ancha y con el respaldo
recto, y ha de tener la altura suficiente para que el niño, estando
sentado, pueda apoyar sus manos sobre el tablero y sus antebrazos queden
en horizontal. Por supuesto, debe sentarse adentrando bien las nalgas
en el asiento y descansando la espalda en el respaldo, y nunca haciendo
equilibrios; los pies tiene que mantenerlos apoyados en el suelo.
Además, según recomiendan los médicos de la Fundación Kovacs, lo ideal
sería que haga pausas cada 45 minutos para descargar la tensión causada
por el estatismo postural.
En cuanto a la vista, su mesa debe estar colocada de forma paralela a la ventana aprovechando la luz natural siempre que pueda; y,
si se ve obligado a dar la luz, que ésta nunca quede por detrás de él
para que no le haga sombra. Si estudia con flexo, debemos colocarlo en
la parte izquierda de la mesa si es diestro, y en la derecha si es
zurdo, y poner una bombilla blanca o azul, menos dañinas para los ojos.
Además, debemos cuidar las distancias a los dispositivos electrónicos.
El ordenador de sobremesa debe estar a unos 50cm de la cara y los iPad,
libros de texto y netbook a unos 30-40cm y siempre un poco por debajo de
la posición de mirada de los ojos.
Lo ideal es que estudiar sea un hábito más, que se realice siempre a la misma hora y en el mismo lugar y en un ambiente libre de ruido, móviles ni música.
5 errores que cometen los padres con los deberes
Hacerlos nosotros
Realizar las tareas escolares de los hijos ni aumenta su capacidad de trabajo ni su disciplina, ni les hace aprender nada nuevo.
Hacer los deberes en cualquier sitio
En la cocina mientras se prepara la cena o en el cuarto de estar
mientras los otros hijos ven la tele. Hay que procurar tener un lugar
fijo, su propio rincón de estudio, donde reine el silencio y sin
distracciones.
No entender el objetivo que persiguen los deberes
Los deberes escolares son refuerzos para el aprendizaje y una ocasión
para que los alumnos aprendan a trabajar de manera autónoma. Los padres
pueden explicarles las dudas, pero es preferible ayudarles a encontrar
la respuesta que buscan: en sus propios libros de texto o en Internet.
Convertir el momento de los deberes en una discusión diaria
Las tareas escolares deben realizase en un tiempo de tranquilidad. Si el
alumno tiene problemas debe consultarlas con sus profesores al día
siguiente. Es muy perjudicial crear momentos de tensión y ansiedad con
los hijos por los deberes
No entender que los hijos necesitan nuestra presencia y apoyo
Cuando los hijos son sobre todo pequeños lo de encerrarse en la
habitación solos a hacer deberes, sueles costarles y mucho. Para que
aprendan a crear el hábito de hacer sus tareas, es aconsejable estar con
ellos, sobre todo al principio, prestándoles atención, motivándoles y
resolviendo sus dudas
EL MUNDO, Miércoles 21de septiembre de 2016
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