ENRIQUE ALPUENTE
La llegada de la tecnología a las aulas, en concreto de las tabletas, ha mejorado la motivación, la atención y la actitud de los estudiantes,
pero aún quedan pendientes los retos técnicos por la "falta de
cobertura y conectividad a Internet así como las carencias formativas,
en ciertos aspectos, por parte del profesorado". Así lo demuestra un
estudio sobre el impacto de la tecnología en el aprendizaje, realizado
por Samsung y el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.
El
informe, presentado este lunes, se sustenta en los resultados de la
aplicación del proyecto "Samsung Smart School" en 29 centros educativos
de España. El control de la muestra estudiada, 2.100 estudiantes pertenecientes a 80 aulas, se realizó gracias a visitas in situ, entrevistas telefónicas, y focus groups con padres, alumnos y personal educativo.
"Para mi, el móvil, como si fuera mi vida. Lo utilizo para un montón de cosas", asegura un estudiante gallego después de haber formado parte del proyecto. "Con la tableta es más fácil de entender, más que con en los libros. Es más divertido, mientras juegas también aprendes",
comentan otros alumnos de la muestra. El uso de tabletas en las aulas
fomenta la iniciativa, la creatividad y la autonomía en el aprendizaje
de los alumnos afirma el informe.
"Ya vinculan ambos procesos: aprender y estudiar",
sintetiza Mar Camacho, doctora en Tecnología Educativa y especialista
en la aplicación de la tecnología emergente al servicio del aprendizaje,
quien se encuentra la frente del proyecto, cuyo objetivo es la mejora
de la Educación y romper la brecha digital.
"La tecnología debe demostrar que aprender es divertido y no un castigo divino como pudo pensar alguna generación anterior", ha bromeado Francisco Hortigüela, Director de Relaciones Institucionales, Comunicación y Ciudadanía Corporativa de Samsung España.
El estudio demuestra la utilidad de las tablet como "elementos precursores del cambio educativo",
al haberse convertido en una herramienta de uso frecuente. Ya sea para
"escribir, utilizar apps, colaborar con compañeros y buscar
información", su implementación en las aulas ha sido total; "desde
Matemáticas, Ciencias o Lengua a Plástica, Educación Física o Música".
"La tecnología es un hallazgo en la línea de lo más valorado de la humanidad. Ha demostrado su utilidad y desarrollo constante al servicio de la Educación", dice Angel de Miguel casa, director general de Formación Profesional del Ministerio de Educación.
La doctora Camacho ha buscado medir el impacto y el rendimiento académico del alumnado a través de la transformación digital en el pasado curso 2015/2016; en las competencias comunicativas, lingüísticas y digitales, así como en la capacidad de adaptación de los jóvenes.
EL MUNDO, Lunes 12 de septiembre de 2016
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