MÓNICA SETIÉN
«Lo más importante es mantener la tranquilidad»
afirma la psicóloga María Martín. «El primer día de cole o guardería es casi
más duro para los padres que para los niños, pero el adulto tiene que dar
imagen de relax y de normalidad» asegura Martín.
A veces separarse del pequeñín por primera vez es
muy duro tanto para las madres como para el propio hijo, por ello, la psicóloga
da una serie de consejos para que el comienzo de curso de los diminutos
escolares sea lo más sosegado posible.
1-Trasmitir al niño una actitud positiva hacia el
centro educativo. Los niños necesitan seguridad, y para evitar
que la entrada en el colegio sea traumática, los padres deben dar una imagen
alegre y tranquila. Al fin de al cabo el periodo escolar es una etapa más para
ayudarles a madurar. Si es posible, sería recomendable llevarle a conocer el
colegio antes del inicio de clases para que se vaya familiarizando con el
entorno. Si además puede conocer a la que será su profesora, mucho mejor.
2- Con el cambio de costumbres habrá que
establecer nuevas rutinas. Los horarios de acostarse y
levantarse tienen que ser más estrictos. Después de las vacaciones costará un
poco, pero a la larga lo agradecerán tanto los niños como los padres.
3- Explicad con sencillez como va a ser su rutina
a partir de ahora: que van a hacer en clase, dónde va a comer, Las nuevas
relaciones que va a establecer...
4- El primer día es bueno llegar
puntuales y despedirse rápido. Dejarle claro que le vais a recoger,
pero sin mentirle. No vale lo de «vengo enseguida» porque el niño puede estar
angustiado y esperando toda la mañana. Es mejor decir la verdad, con una
sonrisa y resaltando lo bueno el colegio.
5- Hay niños a los que les cuesta mucho separase
de sus madres y dejar su entorno conocido. Es bueno que lleven un muñequito o
algo que puedan tocar y les transmita tranquilidad.
6- ¿Qué hace si el niño sigue llorando? Lo mejor
es hacer una adaptación progresiva. Si dejan que los padres se
queden un rato en el aula los primeros días, mejor. Pero si pasado un tiempo
prudencial el pequeño sigue llorando y no tiene consuelo, igual es el momento
de consultar a un profesional.
7- Durante los primeros días habrá de armarse
de paciencia, ya que puede que el niño esté más rebelde de los normal
e incluso un poco triste o rabioso. Es normal y se le acabará pasando.
ABC, 26/08/2016
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