NOELIA CONRADO
La actriz Nicole Kidman, la polifacética Paris Hilton y el futbolista Gerard Piqué tienen varios aspectos en común. Los tres poseen un alto Coeficiente Intelectual (CI), superior a 130, y los tres son los hermanos mayores
de sus respectivas familias. Casualidad o no, la ciencia estudia desde
hace más de dos siglos la correlación entre el orden de nacimiento y el
CI.
El primero que se planteó en serio si los primogénitos son más listos que sus hermanos fue el antropólogo Francis Galton, primo de Darwin,
quien recopiló numerosa información sobre varios científicos ingleses y
descubrió atónito que la mayoría de ellos habían nacido en primer
lugar.
Desde entonces, numerosos investigadores han tratado de demostrar científicamente esta conexión,
aunque sin pruebas concluyentes sobre ello, ya que los estudios
realizados hasta el momento no han sido lo suficientemente grandes como
para extraer una conclusión. Sin embargo, un reciente y extenso estudio
de la Universidad de Leipzig (Alemania) y publicado en 'Proceedings of
the National Academy of Sciences', sugiere que los hermanos mayores sí
tienen un coeficiente intelectual superior a sus hermanos.
El orden sí importa
El trabajo académico, liderado por Julia M. Rohrer, Boris Egloff y Stefan C. Schmukle, analizó información de más de 20.186 individuos de edades comprendidas entre 18 y 98 años en Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido. El estudio tenía en cuenta distintas variables como el tamaño de la familia, la edad, el origen o la posición socioeconómica.
Al analizar toda la información hallaron una correlación: los sujetos registraron 1,5 puntos de coeficiente intelectual más a medida que subían posiciones hacia el primogénito. Estadística que sustentaría la teoría de Galton y pondría en evidencia a quienes todavía sostienen que solo es cuestión de azar que el hermano mayor obtenga mejores datos.
Los mayores reciben toda la atención
En
el año 2007 otra investigación que constó de una muestra estadística de
241.310 varones de entre 18 y 19 años ya concluyó que los hijos mayores
tienen mayor coeficiente intelectual que los demás hermanos. El
estudio, llevado a cabo por Petter Kristensen, de la Universidad de Oslo, y Tor Bjerkedal, de las fuerzas armadas noruegas, y publicado en la revista 'Science', también sostenía que la causa no era una cuestión biológica, sino la manera en que son criados estos niños.
Galton ya apuntó esta posibilidad, creía que los hermanos mayores tenían mayor CI
porque los padres ofrecían a su primer hijo una atención exclusiva que
ayudaba a desarrollar sus habilidades. Además, los primogénitos deben
hacer frente a la presión de lo que se espera de ellos al ser los
mayores y, al mismo tiempo, ejercen de cuidadores de sus hermanos menores, lo cual potencia su capacidad intelectual.
Pero, ¿son más inteligentes?
Aun dando por demostrado que los primogénitos tienden a tener un mayor coeficiente intelectual, ello no implica que sean más inteligentes.
El CI es una medida limitada, resultante de haber obtenido una
puntuación en varias pruebas, y depende en gran medida de las
habilidades en lenguaje, aritmética básica y conocimientos generales.
Pero la inteligencia es un concepto más complejo. Es
la capacidad de percibir la información, procesarla, almacenarla y
tener la capacidad de aplicarla de manera que sea útil. Además, esta
inteligencia también se puede plasmar a través de otras vías como la
música, el arte, la danza, y no solo en capacidades más académicas como
el lenguaje, las matemáticas o la ciencia.
El orden no determina la personalidad
Si
bien el orden de nacimiento parece afectar al CI, no condiciona en
absoluto la personalidad. En la investigación llevada a cabo en la
Universidad de Leipzig se concluye que el orden de nacimiento no
determina aspectos como la extroversión, la estabilidad emocional, la
amabilidad, la responsabilidad o la imaginación. Una postura que pondría
poner en entredicho la teoría del orden de nacimiento del psicólogo austriaco Alfred Adler, discípulo de Sigmund Freud,
quien describía a los hermanos mayores como más responsables,
conformistas e inteligentes, mientras que a los medianos y pequeños los
consideraba más independientes y creativos.
Sobre esta cuestión hay numerosos estudios. Uno de los más recientes vincula el orden de nacimiento con la cualidad de ser divertido.
Una investigación realizada por la empresa YouGov en el Reino Unido, en
la que participaron 200 hermanos mayores y menores, extrajo la
conclusión de que los benjamines de la familia, además de más divertidos, son más despreocupados y tranquilos.
EL CONFIDENCIAL, Lunes 5 de septiembre de 2016
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