OK DIARIO
La tecnología se ha adueñado de nuestra vida, y más en concreto los
dispositivos de telefonía móvil, de los que hacemos uso para hablar,
contactar, buscar información o sacar fotografías. Mucha gente duerme a
diario con tu teléfono encendido encima de la mesita de noche, sobre
todo aquellos que lo emplean como despertador. ¿Pero es perjudicial dormir cerca del móvil?
Estos aparatos emiten radiaciones nocivas para la salud, como ya
alertó en su momento la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para
entender los efectos que provoca este dispositivo sobre nuestro
organismo hay que saber que los órganos funcionan a través de pulsos eléctricos y éstas se pueden alterar cuando se exponen a radiaciones.
Nuestros sentidos son incapaces de ver estas radiaciones que circulan
por el ambiente, aunque eso no significa que no las haya. Cada vez están
más presentes, ya sea por el empleo de teléfonos móviles, tabletas o
wifi.
Hay radiaciones naturales o artificiales. Las primeras hacen
referencia sobre todo a accidentes que ocurren por la actividad
geofísica de la tierra, como pueden ser la aparición de aguas
subterráneas. Las artificiales, las creadas por el hombre, son las
provocadas por los móviles, alumbrado de las calles o conexiones wifi. Las radiaciones acaban alterando al organismo de las personas.
Son muchas las personas que descansan a diario con el móvil pegado a
la cabeza, sin conocer en realidad los riesgos a los que se exponen. Las
radiaciones emitidas afectan al sistema de autorregulación de ciertos
procesos naturales, como pueden ser los ritmos biológicos. Según la OMS,
existen pruebas que evidencian lo negativos que son estos dispositivos
para la salud y que incluso llegan a incrementar las opciones de padecer cáncer.
Por lo tanto, se puede considerar de malo lo de dormir con el móvil encendido junto a la cama. Tampoco es conveniente poner el dispositivo a cargar durante la noche
si tienes la costumbre de guardarlo debajo de la almohada. Debido a una
sobrecarga puede quemar la piel y además las almohadas no están
pensadas para este tipo de usos, debido que tienen unos componentes
altamente inflamables.
Esas radiaciones pueden además provocar dolores de cabeza e insomnio. Estos aparatos electrónicos cuentan con pantallas que desprenden una iluminación muy intensa
que alteran la hormona que regula el sueño, que es la melatonina, que
disminuye su producción y provoca que cueste mucho más conciliar el
sueño.
La proximidad del teléfono móvil a la cama también afecta al sistema
nervioso provocando que estemos más en alerta durante la noche. Incluso ha aparecido el insomnio tecnológico,
que es el originado por las notificaciones luminosas o vibraciones que
impiden el adecuado descanso, llegando incluso a despertarnos.
También hay que recordar que hay mucha gente que antes de meterse en la cama consulta el móvil, lo que excita el cerebro,
algo poco aconsejable para conciliar el sueño con facilidad. Con el
tiempo esto provocará una mayor falta de concentración, irascibilidad,
estrés o pérdida de memoria. Otros estudios realizados en Australia
demostraron que incluso el uso del móvil afectaría a la producción de
espermatozoides de los hombres.
OK DIARIO, Lunes 21 de marzo de 2016
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