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No quiere sentarse a hacer los deberes

Para ningún asunto relacionado con la educación de los hijos existe una receta infalible, tampoco para los deberes. Pero sí podemos seguir unas pautas que adquieran un buen hábito de estudio.
¿Qué hacer cuando a tu hijo le cuesta sentarse a hacer los deberes? La idea general de la que debemos partir es que tienen que adquirir un buen hábito de estudio. No podemos pretender que, de la noche a la mañana, se sienten a hacer sus tareas escolares con aplicación si antes no hemos generado un buen hábito de trabajo. Y esto hay que empezar a trabajarlo desde que son muy pequeñitos. Pero, ¿cómo?
  • Desde bebés hay que acostumbrarles a que antes de empezar un juego nuevo deben recoger lo anterior. Así aumentará su concentración en la tarea que estén haciendo.
  • Cuando empiecen a ir a la escuela infantil, podemos dedicar cada día unos minutos a cantar alguna canción de la guarde o a pintar un dibujo como el que hicieron en clase.
  • A partir de primero de Primaria, se recomienda que dediquen un tiempo diario al trabajo individual, aunque no les pongan deberes en el colegio. De media, podrían ser diez minutos por curso: diez minutos en primero, veinte en segundo, treinta en tercero...
  • Hay que poner a su disposición un sitio para que hagan los deberes, siempre el mismo y apartado de distracciones. Si un día hacen sus tareas en el salón con la tele encendida, otro en la cocina con la radio puesta y otro en su cuarto con la Play Station del hermano funcionando a tope, ¡mal asunto!
  • Debemos asegurarnos de que en su rincón de estudio tienen todo lo que necesitan. Así evitaremos que se levanten veinte veces, que si ahora a por la goma, que si ahora a por la regla, que si ahora a por.
  • Hay que hacerles ver que si manejan con soltura unas buenas técnicas de estudio, sacarán mucho más provecho de sus deberes.
  • Al salir del colegio, necesitan un rato de juego que les sirva de desconexión mental antes de ponerse a hacer los deberes; eso sí, pactando de antemano su duración, pues no querrán acabarlo nunca.
  • No debemos hacerles los deberes, pero sí acompañarles en la búsqueda de la solución si nos piden ayuda. Cuando se atascan, es necesario mostrarles los caminos que pueden utilizar para llegar a la solución. También debemos enseñarles a buscar documentación en manuales, diccionarios, enciclopedias o Internet.
  • Necesitan sentir que nos implicamos con ellos y que nos interesa todo lo relativo a su aprendizaje. Además, es importante que asuman que, al igual que los padres trabajamos, su responsabilidad es ir al cole, estudiar, etc.
  • Conviene que empiecen con la tarea más sencilla o que más les guste, que continúen con la más difícil y que acaben con algo de dificultad media. Esta secuencia ayuda a que su concentración sea la adecuada.
  • Si la sesión de estudio es larga, habrá que introducir pequeños descansos entre medias para que no aparezca la fatiga.

Tres consejos para terminar

Con todo esto, seguro que los peques adquieren poco a poco un buen hábito de estudio. Además, y para terminar, puedes tener en cuenta los siguientes consejos:
  1. Que nunca dejen sus tareas para después de cenar. Deben acostarse temprano y con la mente relajada.
  2. Si vemos que les mandan un exceso de deberes, hablemos con su tutor. El trabajo en casa les viene muy bien siempre que no sea excesivo y les deje sin tiempo de ocio.
  3. Si se agobian y se sienten incapaces de llegar al listón que les piden en el cole, transmitámosles apoyo y comprensión. En este caso será necesario hablarlo con su profesor.
Por: A. Montoya

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