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Los empleados de locales de comida rápida revelan lo que jamás debes pedir en ellos

 ALBA RAMOS SANZ
Son pocos quienes no recuerdan aquel suceso ocurrido en los años 90: una joven que estaba en una conocida cadena de hamburgueserías encontró una uña de rata dentro de su menú. Entonces no había redes sociales, pero la repugnante noticia tardó bien poco en dar la vuelta al mundo. Claro que hoy nadie recuerda ni dónde ocurrió, si era una uña, un diente o la cola del roedor o si quien se topó con ese residuo era hombre o mujer. Es lo que suele ocurrir con las leyendas urbanas. Porque aunque pudo suceder, las noticias sobre restos de animales, plásticos y otros tantos desagradables ingredientes no esperados en este tipo de alimentos invaden de vez en cuando las páginas de los rotativos del planeta para alertarnos de las condiciones higiénicas de muchos de estos restaurantes de comida rápida.
¿Resultado? Multas millonarias para importantes empresas internacionales que no cesan en su esfuerzo por limpiar su imagen –y cocinas– para evitar que se den estas desagradables sorpresas entre los consumidores. Esto por parte de las cúpulas directivas, pero quienes trabajan entre fogones o de cara al público parecen no opinar lo mismo sobre sus medidas de seguridad, higiene y calidad de los productos. Y de vez en cuando les gusta dar su opinión y contar toda la verdad.
Así ha ocurrido recientemente en un hilo de Reddit cuando un usuario lanzó la pregunta 'Trabajadores de restaurantes de comida rápida, ¿qué es lo que jamás deberíamos pedir?'. Las respuestas de los empleados no tardaron en llegar y el debate cuenta ya con más de 16.000 comentarios. Estas son algunas de las mejores advertencias de consumo de quienes saben lo que hay en tu menú 'low cost'. Cuidado, algunas opiniones pueden dañar sensibilidades estomacales.


Pollo ¿frito?

Quizás alguna vez te has planteado cómo es posible que en estos restaurantes preparen media docena de alitas de pollo en menos de dos minutos cuando en tus 'jornadas culinarias de fritanga casera', y aunque tengas freidora, como poco tardas 10 minutos en empanar y freír cada pedazo. ¿Los tienen ya hechos? Hotpotabo, un usuario que se presenta como trabajador de uno de los locales de la cadena Subway, explica el truco y recomienda que mejor no nos decantemos por este producto: “Ni el pollo asado se prepara en un horno ni se fríen las alitas, en realidad se hierve todo en el microondas”.
i_Ryan, quien trabajó en una cadena especializada en pollo frito, también tiene algo que decir sobre la rapidez de la entrega de estas ofertas: “Se suponía que teníamos que tirarlos a los 20 minutos pero nos dijeron que no lo hiciésemos. A veces los servíamos una o dos horas después de cocinarlos. Siempre se puede pedir que sean recién hechos, pero entonces tienes que esperar cinco o diez minutos”. Como bien indica el dicho, las prisas nunca son buenas consejeras.

Recalentamiento global alimenticio

Que no te engañen. Por muy verdes y coloridos que salgan los alimentos en las fotos de estos restaurantes, la mayor parte de la comida se conserva en grandes congeladores y neveras industriales, incluso cuando son batidos y zumos 'naturales': “Toda la comida Starbucks es recalentada y la gente no se da cuenta de que son alimentos congelados. Esto no quiere decir que no tengan buen sabor, simplemente que, pese al alto precio de muchos, no son frescos”, confiesa likeabaker, empleado de la exitosa y archiconocida cadena de cafeterías.

En esta misma línea, soflopaintball, encargado de uno de los locales de la cadena de restaurantes Chipotle, confiesa que la frescura de sus ingredientes también brilla por su ausencia y que la inmensa mayoría de los ingredientes de sus fajitas y tacos vienen completamente picados, lavados y embolsados. “Realmente la única preparación casera que hacemos es cortar en dados la cebolla y los jalapeños para preparar el guacamole. Todo lo demás viene pre rallado y listo para servir”, explica el responsable.

Los riesgos de picar a deshoras

Dietistas y nutricionistas no se cansan de repetirnos que debemos evitar picar entre horas para mantener una dieta saludable. Pero en lo que se refiere a comida rápida los peligros no son tanto para nuestra cintura como para nuestra salud. Así lo confirma novelty_bone, quien recomienda evitar determinados platos a altas horas de la noche. “Solía trabajar en el turno de 7 a 11 de la mañana y puedo asegurar que los tacos y los perritos calientes alrededor de la medianoche, hacia las 4 o las 5 de la madrugada, llevan unas cuantas horas ahí. Esa salchicha puede llevar más kilómetros que su coche”, bromea.
Cualquier plato con huevo, después de terminar los horarios de desayuno, pierde mucha calidad y tiende a envejecer rápidamente”, advierte también VerneAsimov. Comentario avalado por juusman, quien comenta que “la frescura de los nachos puede ser bastante dudosa si no se han pedido muchos en el día, a veces servimos los mismos que llevan ahí hechos desde primera hora de la mañana recalentados”.

En buen estado hasta que se vende

Un consejo útil para los aficionados a Burger King de parte de uno de sus empleados: “No pidas nunca las ofertas del día. Se tarda una eternidad en cocinar las ofertas así que a menudo se sirve cualquier producto similar. Al final toda la comida es la misma, quiero decir, es todo una basura porque es Burger King, pero algunos pedidos exceden la cantidad normal de mierda”.
No es el único que recomienda que descartemos cosas inusuales o fuera de los menús habituales en este tipo de restaurantes. Tal y como explica el usuario anc6, los empleados tienen demasiado trabajo como para esforzarse en tu capricho: “Si encuentras uno o dos ingredientes en el menú que no suelen ponerse en otros platos, no lo pidas. Por ejemplo, mi restaurante tiene un sándwich de tira de cerdo. No usamos este tipo de carne para otros platos y tampoco se pide con demasiada frecuencia, por lo que el producto no es fresco y el bocadillo que te estás comiendo puede llevar días e incluso semanas en la cocina. No va a hacer que enfermes, pero definitivamente no será tan fresco como las otras cosas del menú”.
EL CONFIDENCIAL, Jueves 31 de marzo de 2016

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