PILAR ÁLVAREZ
El gasto público en educación empezó a caer con la crisis, a partir de 2009, y ha perdido 5.325 millones de euros hasta quedarse en 41.165 millones en 2015, con niveles similares a los de hace una década.
El dinero que aportan las Administraciones a la enseñanza pública ha
bajado casi un 30% mientras que el que sale del bolsillo de las familias
ha crecido cerca de un 15%. Los poderes públicos ponen menos y los
hogares, que también han visto recortados sus ingresos en estos años,
aportan más.
Es una de las conclusiones del último informe de la Fundación BBVA,
presentado este jueves, que alerta de los riesgos que esta situación
conlleva para la equidad y la igualdad entre los alumnos. “Una mayor
dependencia de la educación del gasto de las familias condiciona la
igualdad de oportunidades educativas porque los hogares con ingresos
elevados y mayor nivel de estudios de los padres gastan porcentajes muy
superiores en formación”, señala el trabajo.
Hace dos semanas, fue la OCDE la que alertó del mismo asunto con otro
informe, en el que subrayaba que los alumnos con menos recursos tienen tres veces más posibilidades de quedar rezagados en sus estudios.
El gasto de las familias se duplica cuando los hijos estudian en
centros concertados (con financiación pública y privada) y se
cuadruplica cuando acuden a centros privados no concertados. La mayoría del incremento
se debe a la subida de las tasas universitarias y se destina también a
pagar las clases extraescolares de los hijos, los libros y el transporte
escolar.
Hogares a la cabeza de Europa
El esfuerzo de las familias españolas les pone a la cabeza de los
países industrializados del entorno. Su gasto representa el 0,5% del
Producto Interior Bruto (PIB), un porcentaje superior a la media europea
(0,4%) mientras que el gasto que destina el sector público (el Estado y
las autonomías, que tienen transferidas el grueso de las competencias
educativas y son las que más deben aportar) es “claramente inferior” al
de la UE (3,8% frente a un 4,6%), continúa el estudio Cuentas de la
Educación en España 200-2013. Recursos, gastos y resultados, elaborado
por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones
Económicas (Ivie).
Un fondo de reserva como con las pensiones
“La caída del gasto público en educación ha ocasionado tensiones no
deseables en actividades de esta naturaleza al poner en riesgo la
estabilidad financiera del sistema educativo”, subraya el trabajo
dirigido por Francisco Pérez Garcia, catedrático de Análisis Económico
de la Universidad de Valencia. Los investigadores recomiendan a España
crear un fondo de reserva en educación "para garantizar su estabilidad
financiera" similar al que existe para las pensiones.
Y señalan, entre otras medidas, que España concentrar los esfuerzos
financieros en promover el acceso a la educación infantil (solo uno de
cada dos alumnos menor de tres años va a la escuela, en un ciclo que no
es obligatorio) y reforzar la educación primaria e incrementar los
recursos de apoyo a los alumnos con mayores dificultades para obtener
resultados formativos y para los centros con entornos desfavorables.
EL PAÍS, Martes 8 de marzo de 2016
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