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La salida de los niños a la calle deberá «ser puntual y con mascarillas»

LAURA DANIELE
Después de cuarenta días de estado de alarma, el Gobierno parece decidido a relajar las medidas de confinamiento contra el coronavirus para los más pequeños de la casa. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, adelantó ayer que el Gobierno dará a conocer mañana —tras la reunión del Consejo de Ministros— las «condiciones» en la que los niños podrán salir de sus domicilios a partir del 27 de abril. A la espera de conocer si esta medida afectará a todo el territorio o solo a aquellas regiones donde la cifra de contagios sea poco significativa, las asociaciones pro infancia, psicólogos y pediatras saludaron este domingo el anuncio. Pero con muchas reservas.
La presidenta de la Asociación Española de Pediatría (AEP), María José Mellado, recordó a ABC que en todos los casos deberá tratarse de «una salida puntual y recortada en el tiempo» para aliviar la situación de los niños por ser una población vulnerable. «No parece razonable que se permita el juego en los parques porque el mobiliario urbano puede ser foco de contagio y se concentrarían los niños y los padres», aseguró. Para Save de Children estas salidas deberán ser de una hora diaria y en un radio de un kilómetro del domicilio, incluidos los espacios verdes, pero manteniendo cerrados los parques infantiles.

Prioridad de 0 a seis años

La franja de edad de los niños que podrán salir a la calle tampoco se conoce. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, indicó el sábado que esta medida de desescalada podría beneficiar a los menores de 12 años, al ser el «punto de referencia» que marca la ley de salud pública. Sin embargo, para la vocal del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Amaya Prado, la edad de corte debería ser los 14 años, que es la que se considera como «edad pediátrica». «Sería lo más razonable», señaló ayer a ABC.
Pero a la hora de dar prioridad a un grupo, todos los expertos consultados coincidieron en que los niños de 0 a seis años son los que necesitan un mayor número de horas de actividad físical al día. «Un niño entre esas edades necesita descargar motrizmente esa carga excesiva de energía, por eso es razonable que sean los más pequeños lo que puedan salir primero», apuntó Prado.
El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, no descartó ayer que en esas salidas los menores tengan que llevar mascarillas, como se aconseja el resto de la población. Tanto Save de Children como la Asociación Española de Pediatría recomendaron también su uso. «Desconocemos lo que decidirán los expertos del Ministerio, pero si la población adulta cuando salga del confinamiento deberá llevar mascarilla porque añade protección en el aislamiento social, es muy probable que los niños que puedan tolerarla las lleven igualmente», indicó la presidenta de la AEP.

No hay unanimidad

Pero la decisión de sacar los críos a la calle no cuenta con un apoyo unánime. El presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), Fernando García-Sala Viguer, aseguró que «un adulto se puede controlar mediante la distancia de 2 metros, el uso de mascarilla y guantes, el lavado frecuente de manos, pero con los niños es mucho más complicado». «Son trasmisores importantes del Covid-19 si lo tienen en sus secreciones y no siguen las normas de taparse la boca con el antebrazo al estornudar o toser, mantener las distancias. Los más pequeños con sus babas y mocos pueden propagar el coronaivrus de forma más rápida. Por tanto, mucho cuidado», aseguró.
Frente a esta realidad, la vocal del Colegio de Psicólogos subraya que lo más importante será dejar de ver a los niños como «los responsables de los contagios y empezar a tomar conciencia de que son los padres los que deberán velar porque se mantenga la distancia social necesaria» para limitar la expansión de la epidemia.
Polémicas y desencuentros aparte, los servicios epidemiológicos de la Comunidad de Madrid —una de las zonas más afectadas por la pandemina— determinaron la pasada semana que no se podrá permitir el desconfinamiento de los niños en la región. «Me gusta ser muy clara, la prudencia ahora tiene que mandar y hay que pensar en la relevancia que tienen los niños de cara a transmitir la enfermedad. Su papel en la transmisión del coronavirus está claro y hay que ser muy prudentes», aseguró este jueves a Ep la jefa del servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, María Ordabás.
Para esta epidemióloga, «no es aconsejable» dejar salir de forma limitada a los niños. «En este momento no se puede adoptar esa medida», insistió Ordabás para incidir en que esa medida solo se abordará cuando se tenga posibilidad de aplicar una desescalada.
ABC, Lunes 20 de abril de 2020

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