ADRIÁN CORDELLAT
El pasado 9 de abril la OMS hacía público Mi héroe eres tú: ¡cómo pueden los niños luchar contra la Covid-19!, un álbum ilustrado desarrollado por el Grupo de Referencia del Comité Permanente entre Organismos sobre Salud Mental y Apoyo Psicosocial en Situaciones de Emergencia (GR IASC SMAPS) en colaboración con varias entidades sanitarias y ONG especializadas en infancia. A través de una historia repleta de imaginación y fantasía, Sara, la pequeña protagonista del cuento escrito ilustrado por Helen Patuck, intenta explicar a niños y niñas qué es el coronavirus y qué podemos hacer para no contagiarnos ni contagiar a otros ciudadanos; y aborda aspectos emocionales como el miedo, el hecho de echar de menos a seres queridos a los que no se puede ver o la angustia que supone el estar encerrado sin poder pisar la calle. La flexibilización del confinamiento de los niños es una demanda que llevan haciendo los expertos semanas y que merece una mención especial este miércoles 15 de abril, Día del Niño en España.
Para cuando el libro de la OMS empezó a circular de móvil a móvil, El hada Titi ya llevaba tiempo convertido en sorprendente fenómeno viral en España. La prueba es que, publicado originalmente en catalán, ha sido traducido ya al castellano e incluso hay personas que se han ofrecido a traducirlo al inglés y al alemán.
“No esperábamos este éxito del libro”, confiesa la periodista Alba Carreres, autora de un texto ilustrado por Natalia Albert. Ambas son madres y sus hijos compañeros en una escuela infantil, aunque confiesa que hasta ahora apenas habían coincidido en el centro. Al resto de padres y madres de la escuela infantil fue precisamente a quienes primero enviaron el libro a través del grupo de WhatsApp que comparten. A partir de allí las redes sociales y las apps de mensajería hicieron el resto. “Estamos muy contentas porque nos han contactado otras guardes pidiéndonos permiso para difundirlo e incluso se está contando en hospitales y pasándose en salas de espera de pediatría para intentar que los niños que por desgracia están allí puedan disfrutarlo. Cuanta más gente lo lea, lo comparta y pueda hacer a las criaturas felices un rato, pues mucho mejor”, afirma a El País.
El hada Titi está protagonizado por una pequeña pajarita confinada en casa y cuyo abuelo está contagiado por el coronavirus. Una peculiar hada, caracterizada de profesional sanitaria, se presentará ante ella para explicarle la situación y qué hacer para que el hada no pierda sus poderes y pueda cuidar a su abuelo.
Cuento El hada Titi
“Mi madre enfermó de covid-19 justo unos días antes de que yo diera a luz a mi segunda hija. Para mi hijo mayor, de dos años, fue una situación muy complicada: demasiados cambios. La niña, el confinamiento, aquel virus y escuchar que su abuela se había puesto enferma. Lo primero que se me ocurrió fue la historia. Mi tía, a quien llamamos Titi en casa, es médica y le decía a mi hijo que la abuela se pondría bien porque ella y los otros médicos la curarían”, cuenta Carreres. Ese fue el punto de partida de una historia que ha ayudado a su hijo Nils y a muchos otros niños y niñas de toda España.
Alicia y el coronavirus
En la pequeña editorial catalana de literatura infantil Flamboyant están muy activos en estos días de confinamiento. Fruto de las muchas peticiones de material pedagógico y de recursos para los pequeños que han recibido, se les ocurrió recurrir a Alicia, la protagonista de uno de los álbumes ilustrados de su catálogo, En la caja maravillosa, escrito por el médico e investigador Salvador Macip e ilustrado por el Premio Nacional de Ilustración Emilio González Urberuaga.
“Teníamos claro que una de las cosas más difíciles era que los niños aceptaran la situación que estaban viviendo y nos dimos cuenta de que la mejor manera para aceptarlo era que lo entendieran”, explica Zaida Sánchez Navarro, responsable de comunicación de Flamboyant. El resultado fue Alicia y el coronavirus, un álbum de descarga gratuita que según Sánchez Navarro está teniendo “una acogida muy buena” tanto en España como en Latinoamérica y Estados Unidos. La muestra es que solo cuatro días después de su publicación ya se ha convertido en el contenido más visto de la web de la editorial y supone casi el 50% del tráfico: “No paramos de recibir agradecimientos por haber publicado y distribuido gratuitamente este recurso tan útil. Estamos muy felices de haber aportado nuestro granito de arena en esta situación”.
De Alicia y el coronavirus destaca, por diferente, un aspecto: que pese a que está dirigido a un público infantil, no deja de lado la vertiente más científica. Se habla sin remilgos de microbios, de virus, de células. “Creo que esa es la clave de cualquier tipo de divulgación, vaya a destinada a la edad que sea: no hay que rebajar el contenido, solo hay que encontrar la manera de explicarlo de una manera que el lector lo entienda”, afirma Salvador Macip. El científico reconoce que la ciencia “es complicada”, pero explica que a su vez “es muy interesante”, algo que hay que conseguir transmitir a los niños y niñas. “La ciencia nos ayuda a entender el mundo, y los niños, que son curiosos por naturaleza, disfrutan mucho con estas historias. Con cuatro dibujos y unas pinceladas de ciencia se puede entender mejor la situación que vivimos”, reflexiona.
Macip, que solo puso una condición para sumarse a la propuesta de la editorial, volver a formar equipo con Emilio Urberuaga (“Por suerte, él también se apuntó en seguida”), considera que los científicos tienen que hacer divulgación siempre que puedan, por lo que la crisis del coronavirus le pareció una oportunidad “que no podía dejar pasar” para ayudar a que los más pequeños entiendan la crisis sanitaria que vivimos. “Mi hijo ya tiene 12 años y tiene la suerte de que su padre le puede resolver las dudas, pero seguro que muchos otros padres hacen lo mismo con sus hijos buscando información por todas partes. Si nuestro cuento puede ayudar a alguno de ellos a contestar alguna pregunta, nos damos por satisfechos”, añade.
Padres necesitados de una narrativa
Muchos padres y madres, sobre todo, aquellos con hijos e hijas de rangos de edad más cortos, se han visto desde el confinamiento con la necesidad de encontrar las palabras justas para explicar a sus hijos qué está pasando, qué es eso del coronavirus que escuchan a todas horas y por qué es necesario quedarse en casa y no salir a la calle.
¿Demuestra la acogida que están teniendo este tipo de títulos que los padres estamos necesitados de una narrativa para intentar conseguir que nuestros hijos pequeños comprendan qué está pasando? “Con el exceso de información que tenemos ahora mismo es difícil explicar qué está pasando, elegir qué contarles, qué no y por qué. Las historias nos ayudan a conectar con ellos y hacerlo todo más cercano y comprensible. La lectura, como tantas otras veces, es una forma de explicar cosas complicadas de forma accesible para todos”, responde Zaida Sánchez Navarro.
Su respuesta la comparte Alba Carreres, que considera que los niños y niñas buscan respuestas a preguntas que los adultos también nos hacemos y para las que no siempre tenemos una solución clara. “Quizás este tipo de narrativas les pueda ayudar a los padres y madres a encontrar la forma de hacer más soportable todo esto a sus hijos. Mi hijo Nils estaba angustiado y no paraba de hablar del virus porque lo escuchaba por todas partes. Ahora lo vive de una forma menos intensa”, concluye.
EL PAÍS, Miércoles 15 de abril de 2020
Comentarios
Publicar un comentario