Ir al contenido principal

13 Cosas que hacemos mal en nuestro día a día al usar la mascarilla

SAPOS Y PRINCESAS

Parece que las mascarillas han venido para quedarse y, debido a que cada vez estamos disfrutando de más medidas de alivio y planes en la calle, estas se han convertido en un complemento más de nuestro día a día. Sin embargo, la inexperiencia y el descuido están provocando que a veces las utilicemos de forma incorrecta, tanto al colocárnosla como durante el período en el que la llevamos puesta, o, incluso, a la hora de desecharla. Es importante tener todas las medidas y recomendaciones bien asentadas, ya que, de no ser así, su efecto será nulo.

Te contamos todas aquellas cosas que hacemos mal con las mascarillas y cómo solucionarlas.

1. No cubrir la nariz

De nada sirve utilizarla si no cubre nariz, boca y mentón, ya que, de no ser así, las secreciones saldrían inmediatamente al exterior

2. Llevarla suelta

Suele pasar sobre todo con las quirúrgicas y las higiénicas. La mascarilla debe quedar siempre ceñida y bien ajustada a la cara.

3. Quitársela por la parte delantera

Hay que quitársela por detrás. De no ser así, podremos contagiarnos.

4. Prolongar su uso

Hay que respetar la vida útil de cada tipo de mascarilla. La de las FFP1, FFP2 y FFP3 es de 48 horas consecutivas, así que su uso se puede extender unos cuatro o cinco días. La de las quirúrgicas e higiénicas desechables es de 4 a 8 horas.

5. No desinfectar correctamente las reutilizables

Según indica el Ministerio de Sanidad, hay que lavarlas con detergente y agua a una temperatura de entre 60º y 90º en un ciclo normal de lavadora o sumergirlas en una dilución de lejía 1:50 con agua tibia durante 30 minutos. Después, lavarlas con agua y jabón, aclarar bien para eliminar cualquier resto de lejía y dejarlas secar.

6. Llevarla puesta en el coche

Su uso en el interior de los vehículos solo es obligatorio si las personas que viajan en su interior no son convivientes, independientemente de la fase en la que se encuentre su provincia. En este caso, además, tendrán que colocarse dos pasajeros por cada fila de asientos (dejando libres los del centro y el lugar del copiloto). Del mismo modo, solo será necesario utilizarla en las motos si se desplazan dos personas que no viven juntas.

7. Ponerse la quirúrgica al revés

Hay un bulo que está corriendo estos días por las redes que dice que las personas infectadas deben ponerse la mascarilla quirúrgica con la parte azul hacia fuera y las que no, con lo blanco. Esto es completamente falso, ya que en todos los casos hay que llevar el lado azul por fuera.

8. Tocarla mientras la llevamos

Hay que evitar hacer esto. De no ser así, hay que lavarse inmediatamente las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.

9. Quitársela para hablar o estornudar

Al hablar o estornudar expulsamos partículas que pueden estar contaminadas y se pueden propagar. No hay que quitársela en ninguno de los dos casos.

10. Colocarla en la cabeza o en el cuello

Si estamos en una terraza y vamos a comer o beber, es mejor guardarla, antes que colocarla en la cabeza o cuello, ya que puede ser contraproducente.

11. Guardarla directamente en el bolso

Es conveniente envolverla e introducirla en una bolsa de papel.

12. Tirarla en la calle

Las mascarillas tiradas en aceras y en otros espacios de la vía pública se han convertido, tristemente, en una estampa de nuestro día a día. En este sentido, es importante mostrar un comportamiento responsable y respetuoso con el medioambiente y el resto de ciudadanos.

13. Desecharla en los cubos amarillos, azules o verdes

Bajo ningún concepto debemos echar las mascarillas a estos contenedores, ya que pondría en riesgo a los operarios municipales encargados de la recogida y la selección de los materiales. Tanto los guantes como las mascarillas reemplazables, deben tirarse al recipiente de desechos del hogar no destinados al reciclaje. Si tenemos diagnosticado COVID-19 o presentamos síntomas, antes, debemos depositarla en una bolsa de basura que introduciremos en una segunda, asegurando el cierre de las mismas.


Para que nos familiaricemos con las buenas prácticas de uso, la Organización Colegial de Enfermería, en colaboración con el Área de Enfermería de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Respiratoria (SEPAR), ha lanzado un vídeo animado con las principales recomendaciones para hacer un buen uso de este instrumento de prevención.

EL MUNDO, Lunes 15 de junio de 2020

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.