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Estas son las señales que quizá no conoces y te indican que tu hijo tiene ansiedad

LAURA PERAITA

Gloria Bellido Zanin, coordinadora Sección Infanto-Juvenil de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR), explica que la ansiedad es una reacción normal que podemos sufrir todos en un momento dado, también los niños y adolescentes. «Los trastornos de ansiedad son de los más prevalentes en la infancia y adolescencia y estarían en torno a un 6 o 7% de la población general».

¿A partir de qué edad dan señales de ello?

Desde muy pequeños se pueden ya detectar síntomas ansiosos, no hay una edad definida para esto. Según el momento evolutivo en el que estén, los síntomas ansiosos se presentarán de unan forma u otra. El problema es que muchas veces son diferentes a los que manifiestan los adultos y eso puede hacer más difícil la detección.

¿Son conscientes los padres de lo que les ocurre a sus hijos o piensan que es «cosa de niños» y «ya se les pasará»?

En general somos cada vez más conscientes de la importancia que tiene la salud mental en nosotros mismos y en nuestros hijos. Tenemos que tener en cuenta que aspectos que para nosotros como adultos no representan verdaderos problemas, según una perspectiva infantil, pueden ser dificultades muy serias. Lo más importante es validar las emociones que tienen los niños y no quitarles importancia, aunque no lo entendamos desde nuestra perspectiva.

¿Qué señales les ayudará a identificar la ansiedad en sus hijos?

La ansiedad varía sus manifestaciones según la etapa evolutiva en la que esté el niño. En los más pequeños, los síntomas somáticos como las dificultades para dormir, los dolores constantes o la inquietud motora pueden ser los síntomas más frecuentes. Estos niños más pequeños a veces no tienen palabras todavía para explicar lo que están sintiendo y somos los adultos los que tenemos que ayudarles a ordenar en su cabeza lo que les pasa. En niños algo mayores ya pueden aparecer síntomas de falta de concentración, afectación en los estudios y más preocupaciones. En la adolescencia, los cuadros de ansiedad ya son más parecidos a los que se dan en la edad adulta.

¿Cómo pueden ayudarles?

Los padres pueden ayudar mucho a sus hijos en esta situación. En general podemos ayudar transmitiéndoles tranquilidad y seguridad. Es importante normalizar las reacciones de ansiedad y explicarles que es algo que nos ocurre a todos en algún momento y darles herramientas para superarlo.

Preguntarles cómo están, cómo han vivido alguna situación complicada y ayudarles a poner palabras a lo que les pasa pueden calmarles mucho. Cuando nos cuentan un problema podemos tratar de no darles una solución cerrada pero sí ayudarles a pensar sobre posibles alternativas de solución.

Si vemos que la ansiedad es persistente, que por tenerla están evitando situaciones de manera continua o que les empieza a afectar a los estudios o las relaciones sociales, sería el momento de pedir ayuda especializada y valorar con el pediatra o el médico de atención primaria una derivación a los servicios de salud mental. La terapia psicológica ha demostrado muy buenos resultados en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, sobre todo si se actúa de manera precoz.

¿De qué manera está el coronavirus acentuando este problema en las familias?

Los trastornos ansiosos en la infancia y adolescencia han tenido diferentes evoluciones durante la situación actual. En los servicios de salud mental nos hemos encontrado algunos casos que han mejorado mucho durante el confinamiento, esto puede ser debido a que se han eliminado algunos estresores en los niños y que han podido pasar más tiempo con las familias, lo que les ha ayudado mucho a estar más tranquilos.

En otros casos, sobre todo en situaciones de mayor vulnerabilidad como si había algún miembro de la familia enfermo o una mayor incertidumbre económica, sí hemos observado un empeoramiento. También hemos encontrado apariciones de nuevas demandas como niños que tenían miedo de que le pasara algo a un familiar o que desarrollaban miedo a salir a la calle. La mayoría de estos casos, seguramente se resolverán solos con la vuelta a la normalidad, pero otros si persiste mucho la sintomatología, sí que necesitarán ayuda especializada.

¿Cómo afrontar esta situación de excepcionalidad?

Los niños viven las situaciones de una manera u otra según como las viva su entorno. Es importante que se cuiden todos los miembros de la familia para asegurar un ambiente de tranquilidad y comunicación. También es muy importante para los pequeños que se mantengan las rutinas, que tengan suficiente tiempo de juego que les ayude a expresar sus emociones y que puedan mantener las relaciones con familiares y amigos, aunque sea de manera virtual.

¿Sufrir ansiedad de pequeños es un pasaporte a sufrirla durante el resto de la vida?

No tiene porqué. Es verdad que tener un trastorno de ansiedad en la infancia es un factor de riesgo para desarrollar otros trastornos durante la vida adulta, pero precisamente por eso es importante la detección y la intervención precoz.

¿Qué aprendizaje se puede sacar cuando se sufre ansiedad y se buscan soluciones a través del conocimiento de uno mismo, de la búsqueda de la relajación...?

Sentir ansiedad de manera puntual es normal y nos ocurrirá a todos en algún momento de la vida. Ser conscientes de qué situaciones nos provocan ansiedad y desarrollar recursos personales para afrontarla es algo que nos puede ayudar mucho. Si esta ansiedad persiste y nos empieza a afectar demasiado es conveniente pedir ayuda profesional.

ABC, Lunes 22 de junio de 2020

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