MARTA RICART
La curva de casos diarios del coronavirus subió a toda velocidad,
no se aplanó, sino que empezó a bajar enseguida en una larga línea de altibajos
que aún continúa. Es la gráfica de la epidemia en España, en Catalunya y otras
autonomías más afectadas. Y después de la curva, ¿qué viene? Los epidemiólogos
no dan el virus por liquidado y creen que la situación actual, en que no se
acaba de bajar a cero casos y se suceden los pequeños brotes, será el escenario
más probable del verano.
¿Está la epidemia controlada?
“Yo hablaría de situación de control más que de epidemia controlada, que no
lo está absolutamente, pues el virus circula y se dan brotes”, precisa Magda
Campins, jefa del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del hospital
Vall d’Hebron de Barcelona.
“El virus circula, pero la
transmisión no es generalizada. No sabemos si es por el mismo coronavirus, el
clima, porque estamos cortando los brotes o porque la mayoría de la población
adopta las precauciones”, indica el director de la Agència de Salut Pública de
Catalunya, Xavier Llebaria.
“El escenario más factible es que todo el verano sigamos así, con casos
esporádicos y que surjan pequeños brotes, como en estas semanas”, vaticina
Campins.
¿No dejará de haber casos?
El Ministerio de Sanidad informa aún de más de cien diagnósticos al día. El
Departament de Salut comunica más en Catalunya: una media de casi 90 casos al
día la última semana (a principios de mes eran unos 180).
“No creo que nos quedemos en cero casos”, admite Llebaria. “Bajar a cero
casos lo veo poco probable; incluso hay gripe en verano y, ante este
coronavirus, hay poca población inmunizada, no creo que desaparezca”, dice
Campins. Agrega que habrá que ver qué ocurre al recuperarse toda la actividad y
abrirse las fronteras.
Lo mismo señalan los investigadores de Biologia Computacional i Sistemes
Complexos (Biocomsc) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y del
Centre de Medicina Comparativa i Bioimatge del Institut de Recerca Germans
Trias i Pujol, que analizan la Covid-19. “La reducción de la epidemia ha sido
algo más lenta de lo que preveíamos y se estancó un poco por encima de lo
esperado. Ya vimos que el final sería una línea decreciente como un oleaje,
unos días con más casos, otros con menos. Y es probable que se mantenga así
todo el verano. Cuantos más casos haya, mayor riesgo de un rebrote importante.
Pero también podrían bajar los casos casi a cero”, reconoce el biofísico Daniel
López-Codina.
Situación compartida
Este equipo investigador ha analizado la epidemia en diversos países y ha
constatado que pocos han logrado por ahora bajar a cero casos (Islandia,
Andorra). Otro grupo está cerca (Suiza, Noruega, Estonia), pero el más numeroso
es de países que han estabilizado la epidemia con más o menos casos, como
España. Los investigadores concluyeron que, cuanto más pequeño es un país y,
por supuesto, cuanto menos intensa fue la epidemia, más fácil resulta
eliminarla. Pero no siempre es así. Hay factores negativos: una gran población,
ciudades densas y mucha movilidad, sobre todo en las fronteras, explica López
Codina. En una escala de riesgo hasta 9, los investigadores sitúan a España en
un nivel 3, pero el biofísico de la UPC recuerda que Portugal o Suecia parecían
tener dominada ya la epidemia y ha rebrotado.
¿Quién se infecta ahora y dónde?
“Brotes van a haber”, advertía ayer el presidente del Gobierno, Pedro
Sánchez. Se han repetido en el último mes desde en fiestas familiares o de
amigos hasta en entornos laborales. En Catalunya preocupan a Salut los surgidos
entre temporeros del campo y en industrias alimentarias de Lleida (y en otros
puntos, como la Garrotxa). Llebaria indica que son difíciles de limitar y
recuerda que el sector agroalimentario “no ha estado confinado ni ha parado de
trabajar durante la epidemia”. Añade que, en cambio, aunque hay casos y hasta
algún brote en residencias “no es comparable en nada a la situación de dos
meses atrás”. Y que pocos casos pueden atribuirse a las terrazas llenas, por
ejemplo, Llebaria lo relaciona con que “no estás allí ocho horas como en el
trabajo y están al aire libre; en otros países ya se ha visto que se originan
más brotes en los entornos cerrados”.
“La mayoría de casos actuales son leves y los detecta y sigue la atención
primaria. Pocos requieren hospitalización. En la última semana, han sido unos
30 en Catalunya, un par en la UCI”, explica Campins. Las UCI catalanas bajaron
el viernes de los 100 pacientes ingresados (82 ayer). La mortalidad se ha
reducido mucho. Salut contaba ayer 31 defunciones en la última semana.
“Entre los positivos vemos igual a personas que viven en residencias y más
jóvenes. Las PCR que hacemos en los hospitales a todo paciente que se debe
operar o ingresar a veces detectan algún positivo sin síntomas. En Vall
d’Hebron, de unas 2.500 de estas PCR, han dado positivo menos del 0,5%”, añade
la epidemióloga.
Hay pocos contagios ahora entre personal sanitario, aunque uno de los brotes
activos más grandes en España es en torno a un hospital bilbaíno (38 casos
sumaba ayer) e igual otro menor en Vitoria. El hospitalario es otro entorno que
preocupa a Llebaria, pues cree que en él los brotes se pueden extender rápido y
revestir gravedad.
Hay brotes y hay casos. En lo que va de mes, en Catalunya ha habido
diagnósticos en todo el territorio, desde el Pirineu hasta un par en las Terres
de l’Ebre, en un tercio de los municipios. Xavier Llebaria apunta que hay que
seguir vigilantes, sobre todo cuando haya libre movilidad y, en julio, con la
llegada de turistas. La petición de los epidemiólogos es evitar agrupaciones de
personas, sobre todo en espacios cerrados, y acordarse de las medidas de
distancia, la mascarilla y la higiene.
A vueltas con la inmunidad
Científicos de EE.UU. constataron inmunidad “cruzada” en algunas personas: los coronavirus más comunes les harían resistentes al nuevo. Karl Friston, científico del University College de Londres e integrante de Sage Independent, grupo de expertos que cuestiona la gestión del gobierno británico, reiteraba hace unos días a The Observer que debe haber algún tipo de inmunidad en parte de la población ante el SARS-COV-2, que explicaría por qué la epidemia ha sido menor en países europeos como Alemania o no se ha contagiado más población (un 5% en España). Compara esa inmunidad a la materia oscura del Universo: está ahí aunque no se conozca. Aunque admitía que seguramente no nos librará de otra ola de infecciones en unos meses. Hay científicos que estudian si la vitamina D (alimentada por la exposición solar) protege del virus.
LA VANGUARDIA, Lunes 15 de junio de 2020
Imágenes: La Vanguardia
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