Vivimos en la era de lo inmediato, de la tecnología, de los viajes baratos
y de unas ciudades cada vez más masificadas. Pero entonces llega una pandemia y
las cosas cambian: los ciudadanos buscan pisos con terraza, se potencia el
mundo rural y el turismo podría cambiar en el corto plazo. El coronavirus modifica la vida de las
personas, y las grandes urbes serán las que más noten los cambios en diferentes
aspectos. ¿Cómo serán en el corto plazo?
Hace un mes, los alcaldes de las siete grandes ciudades pidieron al
Gobierno destinar su superávit "sin limitaciones" a luchar contra el
virus. Solicitan "un cambio del marco financiero global" y "el
respaldo" tanto del Ejecutivo como de las autonomías para contar con
"capacidad y recursos" para atajar la crisis de la Covid-19 ejerciendo "un papel
imprescindible al servicio de los vecinos y las vecinas".
Frente a la parte
económica, la crisis y sus efectos dejan varias aristas. Turismo,
sostenibilidad y lucha contra el cambio climático, vivienda y la propia
evolución de la pandemia en las principales urbes coinciden en el mismo
espacio, y varios expertos consultados se aventuran a dibujar qué ciudades
tendremos en la próxima década.
"No sé si la gente va a aguantar mucho con mascarilla"
El primer nivel a mirar es el sanitario. En este sentido, el virólogo Juan
José Badiola explica a 20minutos que la situación
mejorará en el corto plazo. "Espero que el número de contagios caiga
drásticamente en verano", pero avisa de que especialmente en las urbes
importantes "habrá que seguir con las medidas que tenemos ahora ya
instaladas" en la sociedad. Pone varios ejemplos: "Los espectáculos
serán limitados y las universidades impartirán las clases en modelo
semipresencial".
Badiola lo tiene claro.
"Vamos a tener un buen verano", comenta. Mientras no haya vacuna, las
medidas de distanciamento y de higiene seguirán vigentes, pero el experto es
más escéptico respecto a otras: "No sé si la gente va a aguantar mucho
tiempo con mascarilla". En su opinión, los ciudadanos dejarán de usarla
"cuando vean que el riesgo se ha reducido", sobre todo en los
espacios abiertos, aunque "sí la veremos en el transporte y demás espacios
cerrados". El doctor ve "muy poco futuro" al uso de la
mascarilla.
"Se va a dar más valor al entorno cercano"
¿Cómo nos vamos a mover
por las ciudades? Esa es otra de las grandes cuestiones. "Se van a
reconstruir alrededor del barrio", expresa el director del City Lab del
IED Madrid, José Francisco García. "No tiene sentido que tengamos que
trasladarnos kilómetros para hacer lo que queremos hacer" por lo que
"se pondrá en valor el entorno cercano". Eso sí, García considera
"irreal" hablar de las ciudades "de 15 minutos" porque
"el trabajo lo tenemos en un sitio y vivimos en otro".
"Vamos a acabar
reformulando la escala de ciudad, rehuyendo ya de hablar de megaciudades y
hablando de una ciudad más humana", comenta el experto en urbanismo que ve
claro "un cambio en el modelo de movilidad", ya que el espacio para
las personas se genera "ocupando más las calles" y el destinado hasta
ahora para los coches". Es un hecho que habrá "menos metros físicos
de oficina". Esto "transforma radicalmente el ocio y la vida
familiar".
En palabras de José
Francisco García "habrá un cambio de hábitos, necesidades y consumos"
por lo que se van a generar "más espacios públicos al aire libre", y
por eso hay que ver "como conseguimos que haya más espacio para las
personas".
"Ha quedado patente una necesidad de más espacio en las
viviendas"
"La ciudad que
surja de la pandemia deberá apostar por la rehabilitación de los edificios,
pero también del espacio público para garantizar el bienestar". Con esas
palabras se refiere la decana del Colegio de Arquitectos de Madrid, Belén
Hermida. ¿Cómo estará distribuido el espacio público? Para Hermida, el
confinamiento ha dejado patente "una necesidad de más espacio en las viviendas
y quizás menos en las oficinas, ahora que se ha acelerado el desarrollo del
teletrabajo". Habla también de un cambio normativo que permita "los
usos mixtos, en todos los ámbitos de la urbe". En conclusión, un
"reordenamiento urbano".
La decana pone el
ejemplo de Madrid. "Ya es una ciudad de escala media con un potencial
enorme, una ciudad que puede convertirse en referente mundial y cuyo activo
principal son sus propios ciudadanos". En este sentido, da unas claves de
cara al futuro a corto plazo: "Reinventar la movilidad, potenciar el
teletrabajo, apostar por la rehabilitación del entorno construido, incorporar
el verde productivo al día a día o diversificar la oferta de servicios son
algunos de los aspectos a desarrollar".
Eso sí, hay deberes que
hacer. "La capital necesita abordar sin miedo y de inmediato políticas que
minimicen la contaminación y potencien el deporte y la actividad física",
comenta Hermida, que concluye que la principal apuesta debe darse a la hora de
"repensar la movilidad de los ciudadanos" y apostar "por el
transporte público limpio".
"Madrid o Barcelona tardarán más en recuperar el turismo"
Uno de los valores
principales en la sociedad actual es el turismo, que también verá sus planes
trastocados tras la pandemia. El concepto cambiará, al menos mientras no haya
tratamiento para el virus. "Los movimientos en el sector turístico en el
corto plazo, van a estar caracterizados por los viajes de proximidad, evitando
los lugares con gran afluencia de gente", cuenta el secretario general de
la Mesa de Turismo, Carlos Abella, quien además reconoce que ciudades como
Madrid y Barcelona "tardarán más en recuperarse que otros destinos de
naturaleza, interior, costas...".
"Esto va a obligar
a estos destinos a reinventarse para adaptarse a las nuevas necesidades de los
clientes, donde primará por encima de todo, la seguridad", prosigue. El
turismo del futuro será "muy diferente al actual" porque "la
necesidad de evitar el contacto físico acelerará la implementación de
soluciones tecnológicas, que el sector ya venía llevando a cabo".
Entra en juego también
la tecnología, sostiene Abella. "El móvil se convertirá en un elemento
fundamental para realizar el check in en aeropuertos y hoteles, será la llave
de nuestra habitación, solicitaremos la comida, permitirá realizar la
trazabilidad de los movimientos, entre otras cosas". El secretario
general, eso sí, tiene claro que el sector está preparado: "Lo que sí es
seguro es que el sector turístico sabrá adaptarse a esta nueva realidad y todas
estas innovaciones tecnológicas no podrán sustituir nunca la verdadera esencia
del sector turístico". Y es que "la vocación de servicio, la calidad
y la hospitalidad seguirán caracterizando al sector turístico español".
"La gran ciudad tiene la ventaja de la conectividad y la
creatividad"
En un nivel más global,
el investigador de Elcano, Andrés Ortega, explica que el cambio no va a ser tan
drástico como pensamos. "El concepto de ciudad va a cambiar en el corto
plazo, pero no en el medio o en el largo", expresa. El motivo es que
"la gran ciudad tiene una ventaja que estamos viendo estos días que es,
por un lado, la conectividad, y eso lleva también a que hay también más
creatividad y más oferta de empleo, sobre todo ante la cuarta revolución
industrial".
"Eso va a seguir,
aunque momentáneamente se deje de utilizar el transporte público, por
ejemplo", prosigue el analista, que se refiere también al hecho de que
"el teletrabajo se está impulsando de manera definitiva en el caso de las
grandes empresas", como en el caso de Facebook. "Eso va a llevar
también a que la gente se vaya a vivir a sitios más baratos, fuera de los
centros de las grandes ciudades, pero eso puede llevar a un déficit de
creatividad, porque el encontrarse también la fomenta", termina.
20 MINUTOS, Lunes 25 de mayo de 2020
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