Médico de Ifema: «En la Fase 1 se puede ir a ver a los abuelos, pero con mascarilla y sin besos. Por muy duro que suene»
CARLOTA FOMINAYA
La entrada en la FASE 1 este lunes en muchas provincias conlleva que «muchos van a ir a visitar a sus mayores, y conviene recordar algunas cosas. No nos podemos dejar llevar por el fulgor del encuentro. Por favor, tengamos cuidado», pide Pablo Barreiro, médico adjunto del servicio de medicina interna en la Sección de Enfermedades Infecciosas y Tropicales, del Hospital Carlos III - La Paz, y es uno más de los especialistas que lo han dado todo haciendo labores asistenciales con enfermos de coronavirus en el hospital de campaña de Ifema. Sus conocimientos sobre la enfermedad los difunde generosa y diariamente por su interesante cuenta de Twitter, llamada acertadamente @VolcanCOVID19
¿Qué supone para las familias la entrada en la FASE 1, donde se prevé un aluvión de visitas a los abuelos?
Cuando pasemos a la fase 1 fase, digamos que entramos en la fase de lo familiar, en la que es previsible que haya muchos reencuentros de personas que llevan casi tres meses sin verse. Es cierto que a los mayores les va a dar la vida también, es entendible, pero es muy importante recordar que se tienen que mantener unas precauciones. Desde aquí hago un llamamiento a la responsabilidad de cada uno, sabiendo que los abuelos son personas de riesgo, y hay que mantener ciertas medidas hasta que esto esté un poco más controlado.
Pero, ¿es recomendable visitar a los mayores de la casa? Y si se hace, ¿qué medidas hay que seguir en ese caso?
Se puede visitarlos, pero extremando los cuidados. Hay que evitar el contacto físico directo. Lo ideal es que se eviten dar besos, abrazos. Por muy duro que suene, es así. Hay que evitarlo, por lo menos hasta ver un poco cómo evoluciona la enfermedad. Por supuesto, evitar visitarlos si uno está malo, si se encuentra mal…. por descontado, que ni se le ocurra.
Dentro de casa, lavado de manos, distancia en la medida de lo posible y con la mascarilla puesta. Son tres cosas, pero los médicos lo estamos viendo venir. Y lo último que queremos es que esto ocurra otra vez.
¿Qué medidas deben seguir los mayores de la casa?
Las mismas. Hay que dar un mensaje claro y duro en ese sentido: Las personas mayores particularmente deben evitar el contacto físico, controlando los besos y los abrazos, e intentar mantenerse alejados. De hecho, si tienen visita, en el salón de casa deberían estar con la mascarilla puesta. En la calle, si no se pueden guardar los dos metros de distancia, también deberían llevar la mascarilla en el bolsillo y ponérsela si se encuentran con alguien.
¿En qué circunstancia puede haber más riesgo?
En una visita que se prolonga, compartiendo una comida… La gente tiene que hacerse responsable. No vamos a decir que no coman con sus mayores pero, si es posible, y se pueden tener las comidas en lugares abiertos, como una terraza, o al aire libre, mejor. Y si son interiores, aireando mucho la habitación, porque la ventilación ayuda si el virus ha quedado en suspensión. Las familias tendrán que valorar lo que hacen, porque el riesgo sigue presente.
La realidad es que la situación ha hecho que muchos mayores y ancianos se sientan estigmatizados
Hay que medir un poco, ellos también tienen sus necesidades afectivas. Están aterrorizados, se saben en riesgo y muchos lo están pasando mal porque encima están solos… Para muchos su vida es ver a sus nietos, y hasta eso se les ha quitado. Por eso todas estas precauciones hay que tenerlas y extremarlas, pero sin renunciar al contacto para atenderlos. Que no se sientan aislados ni estigmatizados. Es cierto que pasar a la Fase 1, de eminentes reencuentros familiares, a los mayores les va a dar la vida también. Es entendible, pero que se mantengan unas precauciones, y llamando a la responsabilidad de cada uno sabiendo que los abuelos son personas de riesgo, y hay que seguir manteniendo las precauciones hasta que esto esté un poco más controlado.
Para tener unas relaciones sociales y familiares sin riesgo ayudaría conocer el grado de inmunidad, ¿no es así?
Eso podrá ayudar en un futuro a facilitar las cosas, el saber que alguien lo ha pasado y tiene anticuerpos, tanto el que visita a un anciano, como al anciano, pero por ahora no se pueden dar pautas con el resultado de una prueba de anticuerpos. No obstante, se están haciendo estudios intensos, y se van a hacer grandes estudios en ese sentido para ver y facilitar esas relaciones sociales, pero por ahora es pronto.
Entonces, ¿tiene sentido hacer un test a las familias?
Todavía no está vehiculizado en un plan general para poder hacer recomendaciones sobre la relación social, pero los resultados positivos en serología no valen en absoluto, al menos no todavía. Se va a estudiar de forma intensa pero por ahora no cambia nada. Ojalá podamos dar una pauta y estamos en ello. Peor en este sentido también me gustaría recalcar lo siguiente: todo aquel que se haya hecho el test, y que haya salido que tiene inmunidad, que no se considere inmune, porque no está claro que no te vayas a volver a infectar, ni que no lo puedes transmitir, porque puedes haber tocado algo y infectar por contacto. No lo sabemos todavía. Es el gran peligro de los test, que la gente puede seguir contagiando, porque lo puedes llevar como vehículo.
Esta llamada de alerta me parece muy importante. Los test pueden ser de ayuda, pero no permiten saltarnos las recomendaciones. El mensaje más importante sería: que nadie se confíe.
La relación con los nietos se presenta muy delicada. ¿Alguna recomendación en este sentido dirigida a los más pequeños? ¿Qué pedagogía hay que hacer con los niños?
Hay que controlar especialmente a los niños, que estos se laven las manos según lleguen a casa y como digo, que eviten el beso al abuelo. Y desde luego si están con mocos, que no vayan. Merece la pena hacer el esfuerzo y que estas personas de más riesgo no se infecten de ninguna manera hasta que llegue la vacuna, que ojalá sea en septiembre u octubre. Parece que manteniendo las medidas de precaución si se produce una infección sin una gran exposición la infección puede ser más leve. También por eso, si al final se infectan, que sea con la menor carga vírica posible, porque tenemos la sospecha -que tampoco está demostrada-, que los cuadros son más leves. Si hay un contacto estrecho con los abuelos y estos al final lo cogen, que sea lo más leve posible, pero lo ideal es siempre que no lo cojan.
Parece imposible evitar el virus.
Ahora más o menos la gente sale «estéril» de sus casas, pero es imposible evitar ciertas acciones como ir a la compra,
por ejemplo. El problema va a ser dentro de unas semanas si hay un
repunte. Por eso las medidas hay que mantenerlas durante un tiempo hasta
que veamos cómo funciona la epidemia y en función de eso se irán
adoptando las medidas. pero con las personas vulnerables no podemos
levantar la cautela porque no podemos ponerles en el foco. Lo mejor es
que no lo pasen. Hay que ir a verlos, hay que cuidarlos, los abuelos necesitan de su familia, pero que se tengan estas precauciones.
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