DANIEL ROLDÁN
La inmunidad es uno de los grandes objetivos en la lucha contra la actual pandemia. Y hay varios caminos para alcanzarla. Uno de ellos es el estudio de otros coronavirus, menos problemáticos como los catarrales, y comprobar qué respuesta generó el cuerpo para combatirlos. Al menos dos líneas de investigación se han centrado en este aspecto y ya comienzan a ofrecer sus primeras conclusiones. Uno de estos estudios ha sido publicado en la revista 'Cell' y otro ha sido colgado en el portal 'medRxiv' sin revisión de pares.
El primero de ellos -y más importante-, es el firmado por el Instituto de Inmunología de La Jolla (San Diego, Estados Unidos). Asegura que algunas personas pueden poseer cierta inmunidad al Covid-19 porque ya estuvieron infectadas con anterioridad por otro virus -puede ser el de un simple catarro- y generaron ciertas defensas que ahora actúan contra el nuevo patógeno. Básicamente, esos anticuerpos se encienden al reconocer al enemigo, aunque sea una parte pequeñísima de él.
Los científicos aseveran incluso que hasta el 60% de la población podría poseer esta protección. Un dato que explicaría, en parte, por qué tantas personas han padecido la enfermedad sin enterarse o con síntomas muy leves.
El equipo del Instituto de Inmunología de La Jolla se centró en la respuesta que ofrecen los linfocitos T frente al coronavirus. Se fijaron en dos tipos concretos de linfocitos T, el CD4+ y el CD8+, que fueron generados frente al SARS-CoV de hace 17 años -causante del síndrome respiratorio agudo grave- y otros virus. Y comprobaron que ambos nos estarían protegiendo frente al nuevo ataque. Es la llamada inmunidad cruzada, donde el cuerpo reconoce fragmentos del SARS-CoV-2 'conocidos' y actúa.
Seroprevalencia
El segundo estudio que mantiene esta línea de investigación es el del Hospital Universitario de Berlín, cuyos técnicos identificaron células T dirigidas a la proteína 'espiga' en quince de los 18 pacientes observados. Luego analizaron la sangre de 68 personas no infectadas y descubrieron que el 34% ya tiene células T que pueden reconocer el SARS-CoV-2. Los investigadores también creen que una infección previa con uno de los coronavirus humanos más leves que precedió al Covid-19 puede ser responsable de una fuerte respuesta inmune que también funciona contra el nuevo virus.
EL CORREO, Jueves 21 de mayo de 2020
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