A.ALAMILLOS
A partir de este jueves, el uso de mascarillas en espacios
públicos pasará a ser obligatorio en España para todas las
personas mayores de seis años. La medida, pensada para intentar controlar la
propagación del coronavirus, no es única: otros países han recomendado a sus
ciudadanos que utilicen mascarillas fuera de casa, mientras que otros tantos lo
han llegado a hacer obligatorio. En España, la mascarilla será necesaria en la
vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso
público, siempre y cuando no sea posible mantener una distancia de seguridad
interpersonal de al menos dos metros y no haya contraindicaciones médicas.
Aunque todavía no hay consenso total entre la
comunidad científica, la mayoría apunta al uso generalizado y
responsable de mascarillas como una opción más (además del lavado de manos y
otras medidas de protección y distancia social básicas) como una barrera a la transmisión generalizada del
coronavirus.
Según un conteo llevado a cabo por la cadena Al Jazeera, más de 50 países en todo el mundo requieren utilizar mascarillas o cubrirse la cara fuera del hogar, desde Alemania, donde es obligatoria en el transporte público y supermercados, hasta algunos estados de EEUU, como Pensilvania, que obliga al uso de mascarilla en todos los negocios esenciales. El Centro de Control de Enfermedades (CDC) de EEUU ha recomendado que las mascarillas se utilicen "en lugares públicos donde otras medidas de distanciamiento social son difíciles de mantener", como supermercados o farmacias.
Sin embargo, algunos países ya han
empezado a ver problemas. El primero ha sido Israel, azotado esta
semana por una severa ola de calor que ha forzado a las
autoridades locales, unas de las que reaccionaron con mayor celeridad
a la llegada de la pandemia del coronavirus con medidas
como cuarentenas o rastreo de contactos mediante aplicaciones, a levantar, al
menos temporalmente, la obligatoriedad del uso de mascarillas en espacios
públicos.
El recién nombrado ministro de Sanidad
israelí, Yuli Edelstein, ordenó el lunes el levantamiento temporal
del requisito del uso de mascarillas en espacios públicos y en
las aulas de colegios, ante el miedo a que la larga y extrema ola de calor que
sufre el país (con temperaturas constantes alrededor de los 40 grados
centígrados), combinada con el uso de mascarillas, acabe generando más hospitalizaciones por problemas respiratorios o golpes de calor.
"La protección contra el
coronavirus debe tomarse en serio", apuntó Edelstein en un comunicado.
"Pero la ola de calor puede ser peligrosa en sí misma. Basado en las
recomendaciones de los profesionales, decidí permitir que las personas se
quiten las máscaras siempre que no se encuentren en un área abarrotada".
La carrera para
desarrollar mascarillas 'frías'
Un miedo similar ha empezado a cuajar en
Japón, donde aunque el uso de mascarillas no es obligatorio por decreto, ha
sido encarecidamente recomendado por las autoridades para el público general.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, llegó a ordenar el reparto de mascarillas
gratuitas a cada hogar en el país.
Expertos sanitarios japoneses temen que
la combinación del uso de mascarillas con las altas temperaturas y los veranos
húmedos japoneses genere una mortalidad "extra" en el
país, que se uniría a los centenares de personas que mueren por
insolación y golpes de calor cada verano en Japón. Según recoge el diario
'Japan Times', expertos médicos han expresado su preocupación por que se repita
una situación similar a la de 2018, cuando una ola de calor sin precedentes
envió a 95.137 personas al hospital por sospecha de insolación (y otros
accidentes cerebrovasculares), según la Japan Academic Network for Disaster
Reduction.
El uso continuado de mascarilla crearía
grandes problemas: bloquea la entrada de aire frío, lo que eleva la temperatura
corporal, especialmente por encima del cuello, retiene aire húmedo, por lo que
la garganta no se seca y la gente se olvida de beber porque no tiene sensación
de sed, lo que podría acabar en deshidratación. Estos temores han llevado
a empresarios del país a comenzar a desarrollar mascarillas 'frías' o
capaces de limitar el impacto de la acumulación de calor, según recoge un reportaje del 'Financial
Times' publicado el 14 de mayo.
"Los pacientes con insolaciones y
golpes de calor enviados a hospitales en ambulancias corren el riesgo de generar una carga mayor en el sistema de salud,
que ya está sobrecargado por el nuevo coronavirus. La insolación es una
enfermedad que puede ser totalmente evitada si se toman las precauciones
adecuadas. Nos gustaría que cada individuo haga esfuerzos serios para tomar
tales medidas", afirma el doctor Masuji Hattori, miembro de un grupo de
expertos médicos formado exprofeso para advertir a la población japonesa sobre
los riesgos de la próxima ola de calor veraniego, citado por el medio 'The
Mainchi'. La clave en este caso sería la hidratación constante.
Un verano "más
cálido" de lo habitual
Este verano, en España se esperan
temperaturas más cálidas de lo normal, según la última estimación meteorológica
de Eltiempo.es, publicada esta misma semana. Según el centro
meteorológico, este verano se prevén temperaturas por encima
de la media en toda España, especialmente en el interior peninsular
(con Madrid como epicentro), donde las anomalías térmicas podrían estar de
media entre uno y dos grados por encima de la media de los últimos años.
Según el estudio de los datos de
mortalidad en España en los últimos años, publicado en este mismo diario,
desde el año 2000 se han detectado solo tres motivos para los grandes picos de
mortalidad: el coronavirus, cinco grandes epidemias de gripe en 2005, 2012,
2015, 2017 y 2018 y, finalmente, dos grandes olas de calor en
2003 y 2015.
La obligatoriedad de las mascarillas en
España incluye precisamente excepciones para aquellos que
presenten algún tipo de dificultad respiratoria que pueda verse
agravada por la utilización de la mascarilla, y para aquellos cuyo uso se
encuentre contraindicado por motivos de salud o discapacidad. Tampoco son
obligatorias en el momento de hacer ejercicio.
El peligro de contagio
sigue en verano
Fuentes médicas, sin embargo, apuntan
que el uso generalizado de mascarillas, en el contexto del coronavirus en
España, sigue siendo la mejor opción para evitar la
propagación del virus, aunque añaden que lo ideal sería que el público
utilizara mascarillas más ligeras y dejara las de alto grado de protección (y
por tanto más incómodas en el uso cotidiano) para los trabajadores sanitarios,
mucho más expuestos al contagio del coronavirus.
Más aún cuando todavía no está claro,
según la comunidad científica, que el virus limite radicalmente su capacidad de
transmisión durante la época veraniega.
“Este nuevo coronavirus se encuentra
cómodo en todos sitios. El resto de coronavirus se inactiva por las altas
temperaturas. Este, es posible que también lo haga, pero no tenemos ninguna evidencia”, sostiene al
respecto el microbiólogo español de la Universidad de Zaragoza Juan Antonio
Abascal.
EL CONFIDENCIAL, Viernes 22 de mayo de 2020
Imagen: El Confidencial
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