JOSÉ MANUEL GARCÍA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener al menos
un metro de distancia entre cualquier persona presente en las escuelas, tanto
en las aulas como en el recreo o el comedor, en aquellos países que se planteen
la reapertura de los centros educativos -o ya lo han hecho, como en Alemania o
Austria- como parte de su estrategia de desconfinamiento.
También pide que se considere aumentar el número de profesores para
permitir que haya menos alumnos por aula –si hay espacio disponible para ello–
y que se distribuya y amplíe el horario de estudiantes y maestros de Secundaria
en turnos de mañana, tarde y noche. Las medidas forman parte de la guía de
orientaciones sobre salud pública en las escuelas que la OMS publicó
el pasado lunes y que su director general, Tedros Adhanom Ghebreye, presentó
en una rueda de prensa virtual. Tedros aconsejó una recuperación de la
normalidad “lenta y constante” y advirtió que todavía no se sabe con exactitud
la transmisión y la gravedad del coronavirus en los niños.
Asimismo, sugirió a estos países que antes de abrir
las escuelas reflexionen sobre la epidemiología de la zona en la que
se encuentra el centro educativo y las capacidades de mantener las medidas de
higiene en estos entornos escolares.
La organización de la salud recuerda que para poder comenzar los planes
de desescalada, las regiones deben responder afirmativamente a estas
cuestiones: ¿la epidemia está bajo control?, ¿el sistema sanitario puede hacer
frente a un resurgimiento de los casos una vez se relajen las medidas? y ¿los
sistemas de vigilancia son capaces de detectar y gestionar los casos de
contagio y sus contactos?
Aun cumpliendo estos requisitos, la OMS recomienda una serie de estrictas
medidas de seguridad a las escuelas, haciendo hincapié en el
distanciamiento entre personas y la higiene. Para garantizar el metro de
distancia interpersonal pide aumentar la distancia entre los pupitres, así
como escalonar y limitar el tiempo de los periodos de recreo, descanso y
comidas. En caso que en los comedores no se disponga del espacio necesario,
propone que los alumnos almuercen en sus escritorios.
También solicita que se organicen clases al aire libre cuando sea
posible. En las escuelas, pide que se ventilen las aulas y se minimice el
desplazamiento de los alumnos, dejando que sean los profesores quienes vayan
cambiando de clases.
Las entradas y salidas del centro se organizarán para evitar aglomeraciones
en los accesos, los abuelos no irán a recoger a los niños y hay que
concienciar a los estudiantes para que no se reúnan y socialicen al salir de la
escuela, exhorta el documento.
En España se ha descartado reanudar toda la docencia presencial durante
este curso, salvo para clases voluntarias de repaso a determinados cursos,
también de refuerzo para los estudiantes más rezagados, y para alumnos menores
de 6 años cuyos padres estén trabajando, algo que se produciría en la fase 2 de
la desescalada, como muy pronto a finales de mayo.
Por su parte, la ONG Save the Children pidió ayer un plan de recuperación para la educación después del impacto del coronavirus, que ha provocado un aumento de “la brecha ya existente entre alumnos en España”, según el director de la organización, Andrés Conde:
La organización sostiene que la educación necesitará un ‘plan Marshall’
para recuperarse del impacto del coronavirus y que esto solo será posible si
las estrategias de recuperación económica y social a nivel autonómico, estatal
y europeo incluyen recursos para la equidad educativa como una
prioridad.
Dos días antes de la nueva Conferencia Sectorial de Educación, la
organización internacional especializada en infancia ha presentado hoy un
informe, Covid-19: cerrar la brecha, donde propone un conjunto de recomendaciones
para la vuelta a las aulas basado en la equidad y el bienestar psicosocial del
alumnado. La propuesta tiene en cuenta un posible rebrote de la
pandemia en otoño o la aparición de nuevas enfermedades asociadas a la
degradación medioambiental, algo que requeriría volver a la educación a
distancia.
El informe parte de un diagnóstico de los efectos que las medidas tomadas
con motivo de la crisis sanitaria han tenido en la educación. La principal
conclusión es que el cierre de los colegios, la brecha digital, el
confinamiento y la crisis económica han hecho crecer la brecha educativa y
perjudicado el bienestar físico y mental de los niños y las niñas.
LA VANGUARDIA, Miércoles 13 de mayo de 2020
Imagen: La Vanguardia
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