LITTLE THINGS
Escrito por Phil Mutz, redactor en LittleThings.com
Si
eres como yo, puede que una ducha larga y con agua bien caliente sea
uno de los mejores momentos del día para ti. Ya sea para comenzar la
mañana o para irse a la cama limpio, una ducha caliente con un poco de
vapor puede ser muy relajante.
Pero no tenía ni idea de que mi forma de ducharme podía estar haciéndome más mal que bien.
Como explica la dermatóloga Patricia Farris a Grandparents.com,
"a medida que nos hacemos mayores, las glándulas sebáceas van
desapareciendo, por lo que somos mucho más propensos a tener la piel
seca. Así que hay que ajustar los hábitos de higiene a este cambio". Y
lo mismo ocurre con el cabello.
Sigue leyendo para descubrir la respuesta definitiva a la pregunta "¿me estoy duchando mal?".
Personalmente,
ya había oído que darse duchas muy largas o lavarse el pelo todos los
días podía ser malo, pero otros de los errores comentados a continuación
me sorprendieron. ¿Quién sabía que lo ideal era abrir el grifo del agua
fría antes de salir de la ducha?
¿Tienes algún consejo de higiene?
Error 1: No frotarse los pies
Si quieres evitar a los hongos y las bacterias, más te vale frotarte bien los pies mientras estás en la ducha.
Según el Instituto de Salud Preventiva de los Pies de Estados Unidos,
hay que "lavar y secar meticulosamente los pies todos los días,
utilizar un jabón neutro y lavar bien entre los dedos. Es muy importante
secarlos totalmente, especialmente entre los dedos".
Error 2: Dejar la esponja en la ducha
Lo
más probable es que dejes la esponja en la ducha cuando acabes de
utilizarla, pero, si no está completamente seca, pueden aparecer todo
tipo de cosas asquerosas en ella.
De acuerdo con la dermatóloga Sejal Shah,
"después de utilizar una esponja, las pieles muertas se quedan entre
los huecos. Estas pieles muertas son el caldo de cultivo perfecto para
las bacterias".
En vez de dejar la esponja en la ducha, asegúrate
de aclararla, de escurrirla y de guardarla en un lugar seco, que
acumulará menos bacterias que las paredes de la ducha.
Error 3: Secarse con demasiada fuerza
Según la web TotalBeauty.com,
"frotarse con fuerza con una toalla irrita las pieles delicadas,
mientras que secarse al aire puede provocar la agrietación de la piel".
Utiliza una toalla mullida y sécate con toquecitos suaves, sin frotar ni hacer fuerza.
Error 4: Lavarse el pelo todos los días
Ya habrás oído antes que no es bueno lavarse el pelo todos los días, pero... ¿con cuánta frecuencia deberías lavártelo?
Según aconseja la profesional del cabello Andrea L. Hayden a Grandparents.com,
"las personas con el pelo fino o delicado deberían evitar aplicarse
champú con demasiada frecuencia: con dos veces a la semana bastaría para
mantener la producción natural de grasa del cuero cabelludo y la
hidratación equilibrada". Para los cabellos rizados o más gruesos,
"bastaría con aplicar champú una vez a la semana".
Error 5: Retrasar el proceso de hidratación
Después
de una buena ducha, puede que lo que más te apetezca sea tumbarte en el
sofá y ver la televisión. Pero, si no te hidratas después de la ducha,
no le estarás haciendo ningún favor a tu piel.
Tal y como explica
la dermatóloga Sejal Shah, "es importante hidratar la piel mientras aún
está húmeda. Yo recomiendo secar la piel con una toalla, dando
toquecitos suaves, y aplicar crema hidratante inmediatamente después".
Error 6: No ducharse después de hacer ejercicio
Aunque
la razón por la que hay que ducharse después de hacer ejercicio NO es
el mal olor. Como aclara la doctora Holly L. Phillips a la revista Women's Health,
"no es el olor del sudor lo que tiene que preocuparnos, sino el hecho
de que dejarlo en la piel permite que las bacterias proliferen y puede
provocar sarpullidos y erupciones cutáneas".
Error 7: Darse duchas demasiado largas
Aunque
nos parezca divertido ver cómo se nos arrugan los dedos, las duchas
largas pueden hacer que la piel pierda hidratación. También es posible
que después de una ducha demasiado larga te pique la piel o se te
reseque.
La dermatóloga Patricia Farris aconseja lo siguiente en Grandparents.com: "La ducha no debería durar más de 5 o 10 minutos. Cuanto más breve, mejor".
Error 8: Aplicar el acondicionador en la parte de arriba de la cabeza
Si te echas acondicionador por todo el pelo, el resultado puede ser perjudicial. Como podemos leer en SheScribes.com,
"si aplicas el acondicionador en la parte de arriba de la cabeza
estarás propiciando una producción de grasa innecesaria en el cuero
cabelludo".
"En vez de eso, céntrate en las raíces del resto de la cabeza. Ese es el área que requiere más hidratación y atención".
Error 9: No acabar la ducha con agua fría
¿Te
das una ducha caliente y cuando acabas te limitas a salir y a coger la
toalla? Pues, por sorprendente que parezca, acabar la ducha con agua
fría puede ser muy beneficioso.
En Self.com recomiendan mojarse 30 segundos con agua fría antes de cerrar el grifo.
"La
inmersión en agua fría está asociada a una mayor tolerancia al estrés,
un sistema inmunológico más fuerte, un aumento de la cantidad de grasas
quemadas y efectos antidepresivos".
Error 10: Enrollarse una toalla alrededor del pelo
Vale, no vas a quedarte calvo por hacerte un turbante con una toalla, pero tampoco es lo mejor para tu pelo.
"Envolverte
el pelo en una toalla apretada es una de las cosas que más estrés y
daños causan en el cabello. En vez de eso, escurre con delicadeza el
exceso de agua utilizando una toalla seca; y no lo frotes, porque así
fomentarías la aparición de enredos", recomiendan desde SheScribes.com.
Ten
en cuenta todos los elementos de esta lista y cambia tus hábitos en la
ducha. Al fin y al cabo, tu piel y tu pelo cuentan contigo.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.
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