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Ventajas de la flexibilidad horaria en el trabajo

POR UE STUDIO
Los porcentajes son claros. Las políticas de conciliación en las compañías influyen muy positivamente en la productividad de los trabajadores. En concreto, en un 87% en el colectivo femenino y en un 78% en el masculino. Así se desprende del estudio Barómetro de Empresas realizado por Deloitte a un total de 294 empresas españolas cuya facturación conjunta supera el billón de euros y emplean a más de un millón de personas.
Pero, ¿si esto es así, cómo se explican los siguientes indicadores del Instituto de Política Familiar (IPF)? Sólo uno de cada nueve españoles tiene horario flexible y, de ellos, sólo uno de cada cinco pueden determinar el horario laboral sin limitaciones del empresario. Estos datos, integrados en el informe "Conciliación vida laboral y familiar en España" de finales de 2015, concluyen que nuestro país, junto a Portugal, sea el país de la UE con menor flexibilidad laboral. "Es complicado. Cada trabajo es distinto y un país no es igual a otro. Echar más horas de las que te corresponden puede implicar no ser todo lo eficiente que deberías ser o incluso que tu jefe que da más trabajo del que puedes asumir en una jornada. Es cuestión de cultura", reconoce Pablo Gimeno, Doctor en Derecho, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de diversas publicaciones relacionadas con el derecho del Trabajo y la Seguridad Social.
El citado estudio de Deloitte destaca la flexibilidad horaria como medida más extendida. Un 91% de las compañías consultadas la propone en su cultura corporativa y hasta un 82% tienen empleados que se benefician de ella. Los sectores que más destacan son el tecnológico, hostelero y de turismo.
Para ilustrar los beneficios que supondrían para la empresa proveer a sus trabajadores de flexibilidad horaria, Pablo Gimeno propone cinco claves : "En general, están vinculadas a empleos en los que la presencia física constante no es necesaria. Cuando hay atención al público (dependientes en caja, personal sanitario, comerciales, servicios 24 horas) o cuando el trabajo se hace en equipo resulta más complejo".
  • Permite una mejor gestión del tiempo: Los trabajadores, aun cuando no tengan responsabilidades familiares específicas, estarán más dispuestos a extender su jornada para la finalización de una tarea que está en marcha si saben que ese tiempo será recuperado posteriormente. En la práctica, es muy frecuente la realización de horas extraordinarias que no se remuneran, lo que genera malestar y posiblemente reducciones de rendimiento.
  • Permite optimizar el tiempo de los trabajadores: En aglomeraciones urbanas, un horario flexible permite evitar horas puntas en transporte público o privado, reduciendo el tiempo perdido en los desplazamientos de y hacia el lugar de trabajo. El personal dedicará menos tiempo al trabajo sin que se reduzca el tiempo efectivo de prestación de servicios.
  • Reduce el absentismo: Una de las causas de absentismo es la necesidad de atender necesidades derivadas de las responsabilidades familiares. La flexibilidad en los horarios de trabajo permite que el propio empleado o empleada administre las horas en las que debe prestar servicios.
  • Reduce el presentismo: Especialmente si se liga a un sistema de retribución por objetivos o rendimiento (en lugar de meramente de número de horas), el propio trabajador abandonará el centro de trabajo cuando haya acabado sus tareas. Esto permite además una mejor gestión de la asignación de tareas -facilita detectar a los trabajadores más eficientes- y una más adecuada política de ascensos.
  • Facilita la retención del talento: Los trabajadores estarán más dispuestos a permanecer en una empresa que les permita satisfacer sus necesidades personales. Dado que en la práctica las necesidades de conciliación son asumidas mayoritariamente por mujeres, la introducción de horarios flexibles puede ser útil para eliminar disfunciones por razón de género y facilitar que la persona más capacitada (con independencia de sus responsabilidades familiares) acceda a los cargos de mayor responsabilidad.
 
EL MUNDO, Jueves 19 de mayo de 2016

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