ENRIQUE ALPUENTE
Pensar en ir al gimnasio, comer sano y resistir tentaciones
es otra forma de decir levantar pesas, comer ensalada y evitar los
brownies. En el primer caso, estamos hablando de abstracción y en el
segundo de concreción para lo que en definitiva es el objetivo de llevar
una vida sana. Las personas que leen en plataformas digitales
como tablets o pc's se ven sesgados por una visión más concreta, lejos
de interpretar la información de una forma algo más abstracta, es decir, tienen una mayor tendencia a fijarse en los detalles puntuales, en vez de ser capaces de entender la circunstancia con perspectiva. Lo demuestra un estudio del laboratorio Tiltfactor, departamento interdisciplinar de la Universidad de Dartmouth.
Este
descubrimiento presentado en la ACM CHI 2016, la conferencia de mayor
relevancia sobre la interacción entre las máquinas y el factor humano
que se celebra en California, sirve de toque de atención para reflexionar sobre como los medios digitales pueden estar afectando a las probabilidades de uso del pensamiento abstracto.
Geoff Kaufman, principal investigador y profesor auxiliar de la Universidad Carnegie Mellon, explica a EL MUNDO que la importancia entre la concreción y la abstracción reside en la capacidad de "determinar la autoestima de una persona y su habilidad para alcanzar sus metas" y
por lo tanto "es crucial reconocer el papel que la digitalización de la
información puede tener en este importante aspecto cognitivo".
El nivel de concreción frente a abstracción es a lo que recurren las personas para percibir e interpretar comportamientos, sucesos y demás estímulos informativos.
"El pensamiento abstracto genera más empatía y creatividad pero el
concreto puede evitar generalizaciones negativas fruto del rechazo de
algunas experiencias. Lo ideal es alcanzar una flexibilidad entre ambos
razonamientos", afirma el profesor Kaufman.
El estudio busca conocer las diferencias que se experimentan cuando leemos una información por una vía digital frente a una analógica.
Para ello ofrecieron material de lectura con idéntico tamaño de letra y
formato en ambas alternativas al grupo de estudio; un total aproximado
de 400 personas participantes, de los cuales, más de 300 tenían edades entre 20 y 24 años.
La mecánica del estudio
Para abordar la cuestión, el estudio ha
intentado abarcar tantos factores en esa constante entre los mundos
digitales y analógicos como fuera posible. La investigación consta de cuatro estudios que evalúan cómo afecta a la persona el procesamiento de la información según que vía se utilice.
Por poner un ejemplo, la mecánica ha consistido en leer una historia breve para después responder a un cuestionario con papel y lápiz. En
las preguntas relacionadas con lo abstracto, los participantes de la
opción no-digital acertaron un 66% más de media; los digitales solo
consiguieron alcanzar el 48%. En las preguntas concretas, los digitales
acertado en un 73% y los no-digitales el 58%.
EL MUNDO, Lunes 09/05/2016
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