SAPOS Y PRINCESAS
¿Eres una madre helicóptero? ¿Te consideras un padre mánager? ¿Y
tigre? Si no sabes ni de lo que estamos hablando, tranquilo, la
periodista barcelonesa Eva Millet se encarga de explicarlo muy bien en
su libro Hiperpaternidad. Del modelo mueble al modelo altar, editado por Plataforma Actual. En él nos cuenta de forma muy clara qué es la hiperpaternidad y qué consecuencias tiene en la vida de nuestros hijos.
Según Eva Millet, especializada en temas de educación, "la hiperpaternidad ve a los hijos como seres intocables a los que hay que defender a toda costa y solucionarles todos sus problemas. Este nuevo modelo de crianza se está llevando por delante su autonomía y capacidad de frustración, además de generar niños con más miedos que nunca".
Se trata de un modelo de crianza
importado a Europa desde Estados Unidos, en el que los padres ejercen
una crianza basada en estar siempre encima de los hijos, anticipándose a
sus deseos y resolviéndoles todos sus problemas. Además, los niños y
sus logros también se han convertido en un nuevo símbolo de estatus
entre las clases medias y altas. Debido a esta presión y a la interminable oferta de actividades extraescolares,
la infancia se ha convertido en un entrenamiento con agendas repletas
sin huecos para la actividad más importante en la niñez: el juego. Tiene
varias facetas, están los padres helicóptero, que sobrevuelan sin tregua las vidas de sus retoños pendientes de todos sus deseos; o los padres apisonadora, que allanan el camino de sus hijos para que no encuentren dificultades.
La obsesión por la estimulación precoz, por la elección del colegio
más adecuado o considerar que el maestro 'ya no tiene la razón', son
algunas de las características de la hiperpaternidad que Eva Millet analiza en el libro e "irónicamente, con tanta sobreprotección estamos creando la generación de niños y niñas más frágiles de la historia".
Como seguramente muchos de nosotros cometemos no todos, pero sí algunos de los errores de la hiperpaternidad, Eva Millet nos recomienda el underparenting o 'sana desatención': una paternidad más relajada con espacio para que los niños jueguen y se aburran, para que prueben, se equivoquen y adquieran responsabilidades y autonomía.
En esta línea, nos aconseja que los niños colaboren en casa como forma de adquirir responsabilidades. Con ello promoveremos la responsabilidad y la empatía
e incentivaremos la virtud del agradecimiento haciéndoles experimentar
lo que los padres hacemos por ellos cada día. "Colaborar en las tareas
forma parte de su desarrollo, aumenta la autoestima, les hace sentirse
más mayores, útiles y quita a los padres la sensación de ser
'mayordomos' de sus hijos".
Y ahora si quieres descubrir cuánto tienes de hiperpadre/madre, realiza el test que propone Eva Millet en su libro.
EL MUNDO/SAPOS Y PRINCESAS, Domingo 14 de febrero de 2016
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